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FIAIZ

COMUNIDAD APOCALIPSIS

Apocalipsis 13

CVA 

Domingo 12 de enero de 2014

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

13. Ap 5,9.13

 

Introducción:

 

                El tema pasado versaba sobre amores universales. Pero hay posibilidad de dar un paso más y hablar de “amores cósmicos”. Es que el amor, al ser difusivo de por sí, puede extenderse hasta más allá de las personas, al conjunto de los seres creados. Hasta ahora nos parecía que eso de amar al cosmos era cosa para los poetas. Pero, en realidad, el amor a las criaturas de toda índole desvela la calidad del amor que tenemos a las personas. Amar a estas y menospreciar a aquellas no tiene sentido. O dicho positivamente: cuanto más amemos a las criaturas, más capacitados nos veremos para el amor a las personas. No hay porqué avergonzarse o minusvalorar  el amor a las criaturas. Avanzar en ese amor, como decimos, nos puede abrir la puerta del misterio del amor en general, nos puede humanizar en lo más hondo de nuestro ser.

                Es que el texto breve de Apocalipsis que proponemos para la oración de esta semana habla de amores cósmicos, en los que están implicadas todas las criaturas “del cielo, de la tierra, de bajo la tierra y del mar”. Es decir, el amor que brota de la entrega de Jesús termina apuntando al cosmos entero, a cualquier cosa que hace parte, hoy por hoy, del horizonte de la vida. Así el amor abarcante y cósmico de la realidad nos pone en las puertas del misterio del amor. Para amar a otros hay que amar a todo. Caminar en esa dirección nos mejora como personas.

 

***

 

Texto:

 

                        7Los cuatro vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ente el Cordero…9cantaban un cántico nuevo:

- Tú mereces recibir el libro y abrir sus sellos,

porque fuiste degollado

y  con tu sangre adquiriste para Dios

hombres de toda raza y lengua

pueblo y nación;

10hiciste de ellos linaje real

y  sacerdotes para nuestro Dios,

y  serán reyes en la tierra.

13Oí entonces que todas las criaturas del cielo, de la tierra, de bajo la tierra y del mar, todo lo hay en ellos, respondían:

-          ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero.

la alabanza, la gloria, el honor y el poder

por los siglos de los siglos.

 

***

 

La luz de la vida:

 

 

                Esta  es una aurora boreal fotografiada por Kjetil Skogli. Dicen que era difícil hacerles fotos, pero ahí están. La hermosura del cosmos se evidencia en ellas. ¿Cómo no “amar” esa hermosura? No se trata únicamente de quedarse maravillado, no es poco. Se trata de que algo dentro se “encienda” y conecte con ello. Tiene que ver con el amor, sin duda. Porque el amor es expansivo y abarcante, ya lo decimos. El amor a las criaturas nos humaniza.

                Oramos: Que contemplemos las criaturas con amor maravillado; que agradezcamos su compañía; que brote en nosotros el respeto y el agradecimiento.

 

***

 

La  luz que es Jesús:

 

                Según Apocalipsis el amor a la criaturas, su inclusión en el plan de recreación global del cosmos, proviene del amor del que ha sido “degollado”, del Jesús entregado. Es algo más que un mero lirismo; dimana de la entrega. O sea, que no parece posible amar a las criaturas si no brota de la fuente de la entrega. O lo que es lo mismo: cuanto más entregado, más amarás al cosmos, cuanto más ames al cosmos, más habrías de animarte a la entrega.

                Oramos: Que la entrega de Jesús nos empuje al amor; que la entrega de Jesús nos lleve al cuidado de las criaturas; que la entrega de Jesús desbloquee nuestras dificultades para amar.

 

***

 

La luz que viene de la sociedad:

 

                Dice el texto que todas las criaturas del cielo y de la tierra son las beneficiarias del amor del “degollado”. O sea, que no hay criatura despreciable, odiable, maltratable. Se trata de una nueva manera de mirar lo creado y, lo que es más importante, de una forma nueva de situarnos ante la realidad. Es aquella que han tenido los místicos sencillos (San Francisco, por ejemplo) que han entendido de manera directa que si uno era el mismo Padre, todos somos familiares. Desde ese momento está prohibida toda violencia contra quienes son familiares y se abre el camino del amor inclusivo y del cuidado respetuoso.

                Oramos:  Que no despreciemos las criaturas; que las miremos como familiares; que no seamos violentos con ellas.

 

***

 

La luz que aporta la comunidad virtual:

 

                Cuando nos reunimos en asamblea siempre procuramos hacerlo en entornos naturales que sean hermosos. Es una suerte poder disfrutar de tales parajes. Es un anuncio de que estamos llamados a un amor y disfrute cósmico. Esto es también un beneficio de nuestra comunidad orante. Por ello hay que estar agradecido al Padre que nos lo da y a nosotros que hacemos lo posible por regalárnoslo.

                Oramos. Que disfrutemos en comunidad con simplicidad; que nos alegren las hermosas criaturas siempre; que nos ayudemos a los disfrutes sencillos.

 

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Palabras de luz:

 

Como un gran sol naciente iluminó mi vida

Y mi alma abrió a beberlo como una flor de aurora;

Amor! Amor! bendita la noche salvadora

En que llamó a mi puerta tu mamita florida.

.

Mi alma vibró en la sombra como arpa sorprendida

Las aguas del silencio ya abiertas, en la aurora

Cantó su voz potente misteriosa y sonora.

Mi alma lóbrega ëra una estrella dormida!

.

Hoy toda la esperanza que yo llorara muerta

Surge a la vida alada del ave que despierta

Ebria de una alegría fuerte como el dolor;

Y todo luce y vibra, todo despierta y canta,

Como si el palio rosa de su luz viva y santa

Abriera sobre el mundo la aurora de mi amor.

 

***

 

Para estos días:

 

                Ten una mirada agradecida y contemplativa a las criaturas. Medita cuando pasees; mira la naturaleza a tu alcance.

 

***

 

 

Apocalipsis 12

CVA 

Domingo 8 de diciembre de 2013

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

12. Ap 7,9-17

 

Introducción:

 

                Los humanos tendemos a empequeñecer todas las cosas, a cortarles las alas, a domesticarlas, a hacerlas a nuestra pequeña medida. Por eso, la hermosa y amplia realidad del amor queda reducida a amores pequeñitos, excluyentes, egoístas. Pero sigue habiendo personas que no recortan las alas del amor sino que lo dejan libre para que abarque cada vez a más personas, a más situaciones, a más necesidades. Hay gente que vive amores universales donde caben todos, donde no hay fronteras ni vallas, donde no se echa la cerradura a las puertas. Por increíble que nos parezca, hay de esa clase de personas. Y hay otras que, desde su amor pequeño, quieren cada día ensanchar los límites y hacer un poco más de sitio a otras personas y realidades. Han descubierto que el amor no se empobrece cuanto más se ensancha, sino que ocurre justamente al revés.

                Es que el texto de esta semana habla de amores universales, de personas de toda raza y pueblo, de toda clase de gente  que han salido de la gran persecución y se han lanzado a los caminos del amor, gente que, porque ha secado las lágrimas de muchos ojos, las de los suyos también serán enjugadas. Estos son los que cantan las bodas del Cordero, de Jesús que se ha entregado por todos sin hacer compartimentos, sin excluir a nadie. Él sí tuvo un corazón universal; lo mismo quien se dedica a darse a los otros: dice con su vida que al amor no lo maniatará nadie porque es propio del amor extenderse a todo rincón, con libertad, sin que nadie le ponga cortapisas. ¿Resulta esto creíble?

 

***

 

Texto:

 

                9Después de esto apareció en la visión una muchedumbre innumerable de toda nación y raza, pueblo y lengua; estaban de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos de blanco y con palmas en la mano; 10aclamaban a gritos:

                -¡La victoria pertenece a nuestro Dios,

                que está sentado en el trono

                y al Cordero.

                11Todos los ángeles que estaban de pie rodeando el trono, los ancianos y los cuatro vivientes, cayeron rostro en tierra ante el trono y rindieron homenaje a Dios, 12diciendo:

                -Amén.

                ¡La alabanza, la gloria , la sabiduría,

                las gracias, el honor,

                la potencia, la fuerza

                se deben a nuestro Dios

                por los siglos de los siglos.

                Amén.

                13Se dirigió a mí uno de los ancianos y me preguntó: “Esos vestidos de blanco, ¿quiénes son y de dónde han venido?” Yo le respondí: “Señor mío, tú lo sabrás”. 14Él me contestó: “Ésos son los que han salido de la gran persecución; han lavado y blanqueado sus vestiduras con la sangre del Cordero, 15por eso están ante el trono de Dios, sirviéndole día y noche en su santuario; el que está sentado en el trono habitará con ellos; 16no pasarán hambre ni sed, ni el sol del bochorno pesará sobre ellos, 17pues el Cordero que está ante el trono será su pastor y les conducirá a las fuentes de agua viva (Is 49,10) y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos (Is 25,8).

 

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La luz de la vida:

 

                Parecen dos pobres mujeres árabes. Y en realidad, sí, son dos pobres mujeres, una española (de Vitoria) y otra de la India. Son dos carmelitas vedrunas que trabajan en los desiertos del Sahel con los refugiados de Darfur. Podrían llevar otra vida, con otra comodidad y otras seguridades. Pero han elegido la pobreza, la arena del desierto y el riesgo. Sus amores universales de misioneras en África las hace valientes desde su fragilidad. Prueba de que existen vivos los amores universales.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes aman arriesgándose; gracias por quienes aman saliendo de su comodidad; gracias por quienes caminan al lado de quienes son menos amados.

 

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La  luz que es Jesús:

 

                Dice el texto que el pastor de quien tiene un corazón que ama universalmente va a ser el Cordero, Jesús que sabe de entregas. Es decir, quien ama no está en la cuerda floja, al borde del abismo, en el desamparo. No, hay alguien que se ocupa de él: Jesús el entregado. Aunque nos cueste creerlo la vida de quien ama con amplitud es una vida cuidada, acompañado. No está solo quien ama.

                Oramos: Tú, Señor, amas y cuidas a quien ama; tú, Señor, estás cerca de quien se pone cerca del débil; tú, Señor, amparas a quien no tiene mucho amparo.

 

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La luz que viene de la sociedad:

 

                Los que han salido de la “gran persecución” son los que han luchado y bregado en la vida y han llegado a la conclusión de que la vida les ha derrotado. No, su lucha no ha sido en vano. La Palabra y el amor les aseguran de que su lucha no ha sido baldía, aunque nadie haya reconocido ni aplaudido su generosidad. La vida se encargará de hacer ver que su ofrenda no ha sido inútil.

                Oramos: Agradezcamos a quien lucha en la vida con humanidad; bendigamos a quien ampara a los pequeños contra cualquier desamparo; demos gracias a quienes trabajan por sostener la vida de los frágiles.

               

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La luz que aporta la comunidad virtual:

 

                No vamos a decir que nuestra comunidad virtual es un lugar de amores universales. Pero un beneficio de ella es ampliar no solamente número de relación sino también hacer subir el nivel de aprecio a esas mismas relaciones. O sea, que un favor del trabajo orante es, sencillamente, ayudarnos a amar más. Solamente por eso habríamos de estar contentos/as.

                Oramos: Démonos las gracias por las buenas relaciones; démonos las gracias por el amor que crece; démonos las gracias por los amores que se amplían.

 

***

 

 

 

 

 

Palabras de luz:

 

 DENTRO DE MÍ

 

LO que mis ojos ven

y lo que sueño,

la luz de cada día,

la extensión de las noches, 

el misterioso amor

y el largo olvido, 

todo el dolor

y toda la alegría. 

En un solo pecho

cabe el mundo. 

Lo inmenso en lo pequeño

puede encontrar morada,

y aún sobra mucho espacio.

 

Eloy Sánchez Rosillo,  Oír la luz,

Tusquets, Barcelona 2008,137.

 

***

 

Para estos días:

 

                Trata de ampliar un poco el círculo de tus “amores”. Acoge con benignidad a quien anda un poco más solo.

 

***

 

 

Apocalipsis 11

CVA

Domingo 1 de diciembre de 2013

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

Plan de oración con el Apocalipsis

 

11. Ap 11,16-19

 

Introducción:

 

                Con mucha frecuencia vemos en la televisión o leemos en la prensa que tales o cuales políticos o empresarios firman un tratado de colaboración, un pacto. Luego resulta que, en la mayoría de los casos, eso queda en papel mojado. Pactos al viento. Pero hay personas sencillas que lo que pactan lo cumplen, que se esfuerzan por ser fieles a las promesas que hicieron, que devuelven lo prestado en los plazos asignados, que creen todavía en la palabra que dan y se les da. Hay personas que cuando dicen que te harán tal favor, se empeñan en hacértelo, que cuando prometen acompañarte te acompañan, que cuando te dicen “aquí tienes tu casa, ven cuando quieras” es verdad. Sólo se puede cumplir lo pactado cuando hay amor. Y si esto no existe, lo pactado se esfuma.

                Es que el vidente del Apocalipsis cree que el pacto de Dios con los humanos ha de ser restrictivo: solo se puede pactar con los buenos, con los creyentes, con los “nuestros”. Los otros, los malos, los ajenos al grupo, los que no nos comprenden y maltratan han de ser  excluidos. Pero he aquí que en el texto de esta semana se dice, tras un himno de exclusión y de condena, que “en el santuario del cielo apareció el arca de la alianza”. O sea: Dios no va a dejar de cumplir su pacto con la historia porque haya humanos que no cumplan su parte del pacto. No va a abandonar esa alianza por su amor inquebrantable en primer lugar. Y además, porque hay muchos que cumplen su pacto, muchos que aman. Por ellos sabemos que siempre aparecerá en el cielo el arca de la alianza, el signo de que Dios sigue amándonos y acompañándonos.

 

***

 

Texto:

 

                16Los veinticuatro ancianos que está sentados delante de Dios cayeron rostro a tierra rindiendo homenaje a Dios,17 y decían:

-¡Gracias, Señor Dios, soberano de todo,

el que eres y el que eras,

por haber asumido tu gran potencia

y haber empezado a reinar!

18Montaron en cólera las naciones,

pero tu cólera ha llegado:

el momento de juzgar a los muertos,

pequeños y grandes;

para recompensar a tus siervos los profetas,

a los consagrados y a los que respetan tu nombre,

para destruir a los que destruyen la tierra

19aSe abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de la alianza.

***

 

La luz de la vida:

 

 

                Todos hemos oído hablar del tema de los microcréditos. En muchos lugares difíciles del planeta están siendo una solución. Todos los “prestamistas” coinciden en que los beneficiarios devuelven en los plazos determinados el dinero prestado y sus intereses. Cumplen lo pactado porque perciben que, más allá del dinero, hay un afán por ayudar. Una cuestión de “amor social”.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes aman por encima de egoísmos; gracias por quienes socorren con generosidad; gracias por quienes devuelven con agradecimiento.

 

***

 

La  luz que es Jesús:

 

                Jesús ha traducido el viejo tema bíblico de “la alianza” en el tema de “la familia”. Para Jesús, somos familia. Así lo dice en Jn 14,20 y en 20,17. Sabernos de la familia de Jesús habría de empujarnos a ser mejores cumplidores de los pactos de amor que vamos estableciendo a lo largo de nuestra vida: pactos de familia, de amistad, de vecindario, de relación creyente, etc. Si Jesús ha pactado con nosotros y cumple, del mismo modo tendríamos que funcionar nosotros.

                Oramos: Te alabamos, Señor, por tu fidelidad inquebrantable; te bendecimos porque no abandonas nuestros caminos, te damos gracias por haber cuidado tus pactos de amor.

 

***

 

La luz que viene de la sociedad:

 

                Respectar lo pactado es imprescindible para la credibilidad de un pacto. A nivel social se rompen los pactos con excesiva facilidad. Pero quien se empeña en mantener sus pactos sociales contra viento y marea, aunque sea tildado de “pobre hombre” es, en verdad, profecía de ciudadanía. Porque una ciudadanía sobre lo reversible de la palabra, del pacto, del compromiso deriva en una sociedad de tiburones. Mientras que ser fieles a lo pactado humaniza y lleva a la fraternidad social.

                Oramos: Que cumplamos lo que pactamos, que no avalemos con nuestros votos a quien no cumple lo prometido; que tengamos fe en una humanidad que establece pactos y alianzas.

 

***

 

La luz que aporta la comunidad virtual:

 

                El pacto de nuestra comunidad está basado en la cercanía, el aprecio y el amor, más que en la misma actividad orante. Lo hemos dicho muchas veces: nuestro valor es nuestra relación. Más aún: la misma oración es más un elemento de relación que estrictamente religioso. De ahí que nos convenga cuidar nuestra relación por encima de distancias y situaciones diversas.

                Oramos: Que cuidemos nuestra relación; que amemos nuestros compromisos; que no decaiga nunca el aprecio.

 

***

 

Palabras de luz:

 

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto

quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

 

M.Benedetti

 

***

 

Para estos días:

 

                Trata de cumplir lo que prometes; tiende a ser unificador, más que causa de ruptura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Apocalipsis 10

CVA 

Domingo 24 de noviembre de 2013

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

10. Ap 14,1-5

 

Introducción:

 

Dentro de la violencia que anida y se desarrolla en el mundo, no deja de ser una maravilla que haya colectivos, pueblos enteros que, siendo oprimidos, no reaccionan con violencia. Son los pueblos resistentes. Todos los llamados “pueblos no contactados” de las selvas de América Latina que son perseguidos, masacrados, arrasados por los madereros, petroleros, terratenientes. Y ahí siguen. O más cerca: los saharauis en su desierto de Tinduf. Más de cuarenta años sin recurrir a la violencia, en un exilio inhumano, sosteniéndose no se sabe de qué, resistiendo. Es que hay en la naturaleza humana unos ocultos valores: el de la resistencia que espera incansable el día del bien, de la justicia y del amor. El de la resiliencia que convierte una desgracia en una fuente de fortaleza. Son valores que conforman el rostro del amor. Y se dan en pueblos enteros y en la persona concreta, en ti y en mí.

                Es que Apocalipsis elabora una mística de resistencia no desde la violencia, el rencor y el desasosiego (como se ve en el vidente), sino desde el aguante, la tenacidad, la resistencia, la resiliencia, desde el amor en suma (como se ve en el teólogo). Resistir desde el amor. Por eso, como vemos en el texto de hoy, a su manera y en un lenguaje que nos cae muy lejano, pinta el ejército de resistentes desde el amor que ha de ser el futuro de la historia. Porque el triunfo no es de los poderosos, ni de los vengativos, ni de los crueles, ni de los que triunfan a costa de otros. Es de la tenacidad de los humildes, de la resistencia de los que aman, del estar ahí, en la brecha, de quienes son injustamente maltratados por la vida. Ellos, como el resistente Jesús, hablan de futuro, de dicha, de justicia, de amanecer. Por ellos tenemos futuro.

***

 

Texto:

 

                14,1En la visión apareció el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevan inscrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.

                Oí también un fragor que bajaba del cielo, parecido al estruendo del océano y al estampido de un trueno fuerte: era el son de citaristas que tañían sus cítaras delante del trono, de los cuatro vivientes y los ancianos, cantando un cántico nuevo.

                Nadie podía aprender aquel canto fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, los adquiridos de la tierra. Estos son los que no se han manchado con mujeres, porque son vírgenes; estos son los que siguen al Cordero adonde quiera que vaya; los adquirieron como primicias de la humanidad para Dios y para el Cordero. En sus labios no ha habido mentira, no tienen falta.

 

***

 

La luz de la vida:

 

 

 

Esta es una mujer saharaui sentada sobre la ardiente arena de los desiertos de Tinduf, ese lugar tierra de nadie donde aguarda desde hace 40 años el pueblo saharaui a que se le haga justicia. Esa sonrisa es más “peligrosa” que un arma porque en ella se dicen muchas cosas: la injusticia que ha caído sobre ese pueblo y la esperanza que no muere por mucho que el mal, la opresión, el olvido y el menosprecio se ceben sobre todo un colectivo. Esa sonrisa dice que el amor resiste y que triunfará, de una forma u otra.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes resisten con amor; gracias por quienes cantan con amor en las duras noches; gracias por quienes levantan la cabeza y no se hunden en la adversidad.

 

***

 

La  luz que es Jesús:

 

Esta liturgia que leemos en el texto al terminar la serie de las siete trompetas se celebra ante “el Cordero de pie”. Es decir, ante el resistente Jesús que se ha entregado pero que no ha sido vencido. No es una liturgia de venganza, de rencor, de odio, sino de amor entregado. Pero es un amor especial, tenaz, que mira a los ojos de quien le hiere de frente, que no se cansa de decir: mi amor es más grande que tu odio. Hay muchos/as que, como Jesús, viven en esa tenacidad luchadora, fuerte y a la vez respetuosa y hasta amasada con un cierto amor. La “liturgia” de la vida se celebra ante ellos.

                Oramos: Tu entrega, Señor, nos libera; tu entrega, Señor, nos fortalece; tu entrega, Señor, nos hace fuertes en amor.

***

 

La luz que viene de la sociedad:

 

                Estos resistentes que son fieles, enteros, adheridos al mismo amor que el de Jesús, verdaderos, son llamados “primicias de la humanidad”. Porque eso es lo que son. El futuro de la humanidad será lo que ellos profetizan hoy con su resistencia: un futuro de humanidad, de respeto, de amistad, de disfrute, de amor. El tsunami del odio se los lleva hoy por delante. Pero, en realidad, ellos son el cimiento de la nueva humanidad. Esas personas distintas, luchadoras, amables, respetuosas, generosas hasta ser capaces de arriesgar su vida, son el verdadero sentido de este raro peregrinar de los humanos por la historia.

                Oramos: Te damos gracias por quienes no abandonan el amor en sus luchas; te damos gracias por quienes mantienen la amabilidad y el respeto aunque se les hiera; te damos gracias por quien sigue siendo generoso aunque se le menosprecie.

 

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La luz que aporta la comunidad virtual:

 

La comunidad virtual es una pequeña prueba de resistencia. A lo largo de todos estos años muchas personas han hecho tramos del camino con nosotros/as. Se lo agradecemos enormemente. Por diversas razones, muy comprensibles todas ellas, han concluido su andadura con este grupo. Pero aquí estamos un grupito de “resistentes” en esta quijotada de hacer nuestro itinerario espiritual de vida a la sombra de la Palabra. Démonos ánimo y apoyo. Lo que hacemos no es nada del otro mundo, pero se une a ese caudal de resistencia amorosa que fundamenta la aventura humana. Así lo creemos.

                 Oramos: Gracias por seguir juntos en la Palabra y en la amistad; gracias por seguir juntos en el camino del bien; gracias por seguir juntos en la esperanza de un mundo mejor.

 

***

 

Palabras de luz:

 

No te rindas, aun estás a tiempo

de alcanzar y comenzar de nuevo,

aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,

liberar el lastre, retomar el vuelo.

 

No te rindas que la vida es eso,

continuar el viaje,

perseguir tus sueños,

destrabar el tiempo,

correr los escombros y destapar el cielo.

 

No te rindas, por favor no cedas,

aunque el frío queme,

aunque el miedo muerda,

aunque el sol se esconda y se calle el viento,

aun hay fuego en tu alma,

aun hay vida en tus sueños,

porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,

porque lo has querido y porque te quiero.

 

Porque existe el vino y el amor, es cierto,

porque no hay heridas que no cure el tiempo,

abrir las puertas quitar los cerrojos,

abandonar las murallas que te protegieron.

 

Vivir la vida y aceptar el reto,

recuperar la risa, ensayar el canto,

bajar la guardia y extender las manos,

desplegar las alas e intentar de nuevo,

celebrar la vida y retomar los cielos,

 

No te rindas por favor no cedas,

aunque el frío queme,

aunque el miedo muerda,

aunque el sol se ponga y se calle el viento,

aun hay fuego en tu alma,

aun hay vida en tus sueños,

porque cada día es un comienzo,

porque esta es la hora y el mejor momento,

porque no estás sola,

porque yo te quiero.

 

M. Benedetti

 

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Para estos días:

 

Aumenta, si puedes, tu capacidad de aguante a la vez que reivindicas con respeto, ciudadanía y amor.

 

 

Apocalipsis 9

CVA 

Domingo 17 de noviembre de 2013

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

9. Ap 19,1-9

 

Introducción:

 

                Escuchar en la “jungla” de la ciudad la llamada del amor que nos hace la vida, además de ser cosa muy difícil, nos parece algo de ciencia ficción, o de lírica casi infantil. Sin embargo, hay mil situaciones, mil palabras, mil gestos sembrados en las calles, en el interior de las casas, hasta en las instituciones cívicas que te dicen: ama, amar es la meta, amar es la empresa que merece la pena, construir el amor es la gran obra, ama y tu nivel de humanidad crecerá. Este tipo de “voces” corre el riesgo de ser sofocado por otro “coro” que va en línea contraria: no ames, es un cuento, tú a lo tuyo, aprovéchate a costa de quien sea. Tengámoslo por cierto: este “coro”, inmenso, no logrará acallar la voz del amor que sigue, terco, susurrando: ama.

                Porque en el texto de esta semana se plantea algo de esto: el vidente anhela el triunfo por la vía de la justicia, del dolor que exige, de una cierta “venganza” que excluye a quien ha hecho el mal: El triunfo de los buenos sobre los malos (?). Pero el “teólogo”, el reflexivo, el fraterno, dice: a la humanidad le esperan unas “bodas”, una fiesta de amor, un banquete de dicha para todos, porque nadie puede quedar excluido de la tierra del amor. Nadie arrebatará esta dicha (Dichosos los invitados) a ninguna persona, a ninguna criatura. Porque si así fuera, la entrega de Jesús (eso significa el Cordero) habría sido en vano.

 

***

 

Texto:

 

                19,1Oí después en el cielo algo que recordaba al vocerío de una gran muchedumbre; cantaban:

                -Aleluya.

                ¡La victoria, la gloria y el poder

                pertenecen a nuestro Dios.

                2porque sus sentencias son legítimas y justas!

                Él ha condenado a la gran prostituta

                que corrompía la tierra con su fornicación

                y le ha pedido cuenta de la sangre de sus siervos.

                3Y repitieron:

                -Aleluya.

                El humo de su incendio    

sube por los siglos de los siglos.

                4Se postraron los veinticuatro ancianos y los cuatro vivientes rindiendo homenaje a Dios, que está sentado en el trono, y diciendo:

                -Amén. Aleluya.

                5Y del trono salió una voz que decía:

                -¡Alabad a nuestro Dios sus siervos todos

                todos sus fieles,

                pequeños y grandes!

                6Y oí algo que recordaba el rumor de una gran muchedumbre, el estruendo del océano y el retumbar de fuertes truenos; decían:

                -Aleluya.

                ¡Ha empezado a reinar

                el Señor nuestro Dios,

                soberano de todo!

                7hagamos fiesta, saltemos de gozo

                y démosle a él la gloria,

                porque han llegado las bodas del Cordero;

                la esposa se ha ataviado,

                8le han regalado un vestido

                de lino puro, esplendente.

                9Entonces me dijo: “Escribe: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero”. Y añadió: “Estas palabras verídicas son de Dios”.

 

***

 

La luz de la vida:

 

                Esta es la Casa de Cultura de Villava (el pueblo de Fidel). Ahí, un grupito de vecinos, ha formado una “Escuela de Ciudadanía”. Dada la dificultad existente hoy para un anhelo tan básico como es la convivencia ciudadana, este tipo de asociaciones  quieren ofrecer reflexiones plurales que sitúen al ciudadano en otro terreno que el de la crispación y la condena. Son intentos de dar cabida a la voz del “amor social”, tan necesario.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes promueven la convivencia; gracias por quienes construyen el amor social; gracias por quienes escuchan la voz de la fraternidad.

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La  luz que es Jesús:

 

                Las “bodas del Cordero” son las bodas de la entrega, aquellas que celebran el amor dándose al otro, amando al otro, alegrando al otro. Unas bodas para la dicha del otro, no principalmente para las de uno mismo. Alegrarse por el otro alegrando al otro es la alegría de estas bodas. Salir de ese círculo cerrado de un amor solo para mí, de una alegría solo para los míos, de un bienestar solo para los de mi país, de un triunfo solamente para quienes son mis allegados. Salir de ahí hacia unas “bodas” de amor generoso. Las bodas del Cordero.

                Oramos: Te alabamos, Jesús, por tus bodas de entrega generosa; te bendecimos  por tus bodas de alegría para nosotros; te damos gracias por tus bodas de abrazo universal

 

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La luz que viene de la sociedad:

 

                El teólogo “obliga” a poner al “vidente” eso de que “Estas palabras son verídicas de Dios” para evitar que el dolor y el encono del vidente no borren estas palabras de amor y hable de justicia vengadora, de pago de los malos, de exclusión a la dicha. No, Dios pone sus palabras verídicas de que todo lo creado está llamado a unas bodas, a una terminación de dicha. Frustrar esta dicha, estropearla, bloquearla, impedirla además de un acto de inhumanidad es ir contra el Dios que nos ama.

                Oramos: Que no impidamos la dicha de nadie; que no bloqueemos la alegría de nadie; que no estropeemos la fiesta de nadie.

 

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La luz que aporta la comunidad virtual:

 

                Cuando la comunidad virtual se reúne, brota fácilmente el componente festivo. Solo verse, hablar, comer juntos, rezar, darse pequeñas noticias, contarse los últimos avatares laborales, mirar jugar a los niños, las pequeñas fiestas nocturnas, todo un entramado de gozos simples, pero hermosos. Es una metáfora de la dicha que el Apocalipsis llama “las bodas del Cordero”. Porque esas bodas se mezclan al entramado de la vida.

                Oramos: Que siempre disfrutemos estando juntos; que hagamos fiesta con los demás para disfrutar todos; que vivamos siempre en clave festiva nuestros encuentros, nuestra oración, nuestra relación.

 

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Palabras de luz:

 

He besado con mis ojos y con mi tacto la adorable superficie de este mundo.
Y, como un velo bordado de árboles y pájaros, lo he plegado sobre mi corazón.
Y tantos pensamientos y sentimientos he vertido en sus días y en sus noches
que mi vida y el mundo se han fundido y son ya una sola sustancia amorosa.
   Y amo mi vida porque amo la claridad del cielo que toda está en mí.
   Abandonar este mundo es una realidad tan poderosa como amarlo.
   Mas si este amor hubiera de ser engañado y burlado por la muerte, el gusano de una
desilusión semejante roería todas las cosas y hasta las estrellas, extinguidas,
se derrumbarían en ceniza.
   Y cuando toco el sitio de mi corazón estoy tocando el mundo y el amor inmortales!

 

R. Tagore.

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Para estos días:

 

                Siembra algún gesto de amor explícito en estos días.

 

 

Apocalipsis 8

CVA 

Domingo 10 de noviembre de 2013

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

8. Ap 19,6-9

 

Introducción:

 

                Hay personas que logran, más allá de las heridas de la relación, o de los abandonos y olvidos, o incluso por encima de las dentelladas que da la traición, seguir amando. No han borrado de su horizonte de vida la realidad del amor. Tendrían mil motivos comprensibles para dejar de amar, para encerarse en su caparazón de odio y de resentimiento. Pero no, ellas siguen amando. Hay quien las llama ingenuas o personas sin resortes porque no responden al desamor con el rechazo. Pero ellas tienen ese secreto hondo de la vida: saber que estamos llamados al amor por encima de cualquier limitación, más allá de los razonables rechazos que se impondrían a quien no nos ama. Estas personas son las mejores aliadas de la vida. Hay que agradecerles que sigan amando.

                Es que el texto de esta semana habla de unas “bodas”. Cuando el vidente de Apocalipsis habla de dura respuesta, de ira, de condena, de juicio, de amargura (y tiene toda la razón porque está siendo perseguido), el teólogo reflexivo habla de la pervivencia del amor en la metáfora de las bodas, tópico del amor. Saber que en esta vida se está llamado a unas bodas, al amor, tendría el enorme beneficio de quitar el veneno de las relaciones, podría suavizar y mitigar mil sufrimientos que provienen de la dialéctica desamor-más desamor. Ayudaría muchísimo a ver la vida de otra forma. Esto no es de pusilánimes, ni de gente apocada o débil, Es fuente de humanidad y de gozo porque, no lo olvidemos, el desamor engendra más desamor y el amor crea más amor.

 

***

 

Texto:

 

                6Y oí algo que recordaba el rumor de una gran muchedumbre, el estruendo del océano y el retumbar de fuertes truenos; y decían:

¡Aleluya!

¡Ha empezado a reinar,

el Señor nuestro Dios

soberano de todo!

7Hagamos fiesta, saltemos de gozo y démosle a él la gloria

porque han llegado las bodas del Cordero.

la esposa se ha ataviado,

8le han regalado un vestido

de lino puro, esplendente.

9Entonces me dijo: “Escribe: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero”.

 

***

 

La luz de la vida:

 

 

Estos muchachos son Enric Gonyalons, Ainhoa Fernández y Rossella Urru ante el avión que les ha trasladado a Madrid después de poner fin al secuestro que les ha tenido durante casi nueve meses en el norte de Mali a manos de un grupo islamista. Los tres fueron liberados tras nueve meses de cautiverio en manos del grupo islamista Movimiento de Unicidad y Yihad en África del Oeste (Mujao). Son personas que, como muchos cooperantes, creen en la bondad y el amor social y están dispuestos a recomenzar su camino de solidaridad y de empeño. Gente de bien que no responde con el mal a la incomprensión y al secuestro.

Oramos: Gracias por quienes aman exponiendo su vida; gracias por quienes se entregan en totalidad; gracias por quienes responden al mal con bien.

 

***

 

La  luz que es Jesús:

 

                Jesús ha sido uno que ha hablado bastantes voces de bodas, de banquetes. Él mismo participó en ese lugar del amor (según Jn 2).  Es que su vida no se entendería si, globalmente, no se enfocara como una vida de apasionado amor al sector débil de su pueblo. No le apeó de tal amor ni la ambición de su familia, ni la testarudez de sus discípulos, ni la persecución de los poderosos, ni el rechazo de las autoridades religiosas, ni el poco agradecimiento de los pobres. Él siguió amando, impertérrito, porque creía en el amor como algo que anidaba en su interior. Nunca lo abandonó.

                Oramos: Te alabamos, Señor, por tu amor fiel; te bendecimos por tu amor generoso; te damos gracias por tu amor entregado.

 

***

 

La luz que viene de la sociedad:

 

                Leer la realidad social desde el amor nos daría una perspectiva distinta del hecho social. Puede parecer lírica barata, pero es una realidad. Casi siempre nuestra lectura social está hecha desde prejuicios, valoraciones que distorsionan la realidad, miedos, acusaciones gratuitas, etc. Desde ahí el resultado es una sociedad ante la que hay que defenderse. Si empleáramos otra perspectiva, la del amor, quizá daría como resultado una sociedad hermana, compañera de camino, colaboradora necesaria para la construcción de la aventura humana. Por eso hay que decir que la bondad y el amor son imprescindibles para entender bien el hecho humano.

                Oramos: Que miremos a la sociedad como hermana; que veamos los caminos humanos como casa nuestra; que entendamos los conflictos con benignidad.

 

***

 

La luz que aporta la comunidad virtual:

 

                No cabe duda de que la comunidad virtual, siquiera modestamente, nos ayuda a vivir un poco más en ese amor básico que fundamenta lo humano. Por eso, más que un beneficio religioso, orar juntos nos ayuda a ser personas en esa perspectiva de amor que pone un punto de novedad en la vida. La buena relación, el amor en definitiva, es el mejor fruto del trabajo orante.

                Oramos: Que crezcamos en amor y buena relación; que al orar aprendamos a respetarnos y amarnos; que veamos la realidad desde la perspectiva del amor.

 

***

 

Palabras de luz:

 

¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón en corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-que importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.

 

***

 

Para estos días:

 

                Trata de ser generoso y no respondas mal a quien no te brinda todo el amor y respeto que mereces.

 

 

Apocalipsis 7

CVA 

Domingo 3 de noviembre de 2013

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

7. Ap 19,11-16

 

Introducción:

 

                Hay quien se pone en la vida siempre el objetivo de vencer. A costa de lo que sea, a costa de quien sea. El éxito personal coincide con la derrota del otro porque ese otro es el enemigo a vencer. Esta actitud no para mientes en los daños colaterales de un triunfo logrado a base de vencer. El corazón del vencedor se endurece ante el sufrimiento del vencido y ya no le importa su situación ni su desastre. Habría, sin embargo, otro camino: convencer.  Es decir, trabajar para que las ideas, las valoraciones, los anhelos personales sean visto por el otro como asuntos dignos de ser tenidos en cuenta. Y todos sabemos que quiere convencer ha de estar dispuesto también a dejarse convencer por los valores del otro. A la larga este camino es mucho más productivo y el triunfo, al ser común, no tiene daños colaterales y potencia y reafirma a todos. Convencer es el camino de lo humano.

                Es que el texto de Apocalipsis de esta semana es un texto, desde la perspectiva del vidente, de victoria, de derrota del otro, de machaque de adversario. No importa el destrozo que se haga. Lo importante es vencer, que venza “el jinete” a quien se identifica con Jesús, para más inri. Una victoria de Jesús a costa de lo que sea. Pero el teólogo parece respirar de otro modo: el jinete lleva la capa tinta en su propia sangre; es desde su sangre, desde su entrega, como Jesús “vence”: vence amando hasta el extremo. Su “arma” es la Palabra, arma de paz y de convencimiento. El salmo 2 dice no tanto que “regirá”, sino que “pastoreará”. La victoria de Jesús es más próxima a un pastoreo que a una batalla. La tropa, peculiar, va vestida de blanco que es el color de la paz, de la fiesta fraterna del amor. Es decir, algo dice por lo bajo que entender la victoria de Jesús como un triunfo militar es el peor de los caminos para entender la propuesta del reino. Se trata de vencer desde el amor, no desde la imposición y la fuerza.

***

 

Texto:

 

                11Vi el cielo abierto y apareció un caballo blanco; su jinete se llama el fiel y el leal, porque lleva razón en el juicio y en la guerra. 12Sus ojos llameaban, ceñían su cabeza mil diademas y llevaban grabado un nombre que sólo él conoce. 13Iba envuelto en una capa tinta en sangre y lo llaman Palabra de Dios. 14Lo seguían las tropas del cielo en caballos blancos, vestidos con lino puro. 15De su boca salía una espada aguda para herir con ella a las naciones, pues él va a regirlas con cetro de hierro (Sal 2), y a pisar el lagar de vino de la furiosa cólera de Dios, soberano de todo. 16En la capa y en el muslo llevaba escrito un título: “Rey de reyes y señor de señores”.

 

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La luz de la vida:

 

 

                Esta mujer es Carmen Hernández, mujer de José María Pedrosa, concejal del PP asesinado por ETA en Durango. Es de esas mujeres admirables, como Maixabel Lasa, que han optado por la vía de la comprensión, del perdón y de la paz. Su testimonio de vida es como una victoria del dolor y del sufrimiento sobre el mal. Son personas que no emplean la palabra dura, la condena extrema, el rechazo a cualquier vía de reconciliación. En el fondo, su derrota es una verdadera victoria.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes optan por el camino de la paz y del perdón; gracias por quien es generoso con quien le ha hecho daño; gracias por quienes no se instalan en el odio y el dolor.

 

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La  luz que es Jesús:

 

                Jesús ha sido uno que tratado de convencer, nunca de vencer. Numerosas páginas del Evangelio lo evidencian. Recordamos aquella de Zaqueo: Jesús no pretende que se convierta ni le conmina a ello. Solo quiere comer con él, hacerle ver que su maldad no le ha alejado de su corazón. Es justamente ese afán de no vencer lo que termina por convencer a Zaqueo para que cambie radicalmente de vida.

                Oramos: Te alabamos, Señor, porque no quisiste vencer, sino convencer; te alabamos por tus palabras de bondad y por tu acogida incansable; te alabamos por tu corazón siempre dispuesto a mirar la bondad del otro.

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La luz que viene de la sociedad:

 

                Una sociedad dividida entre vencedores y vencidos es siempre una sociedad maltrecha porque el bienestar y el triunfo de unos están asentados sobre el sonrojo y el olvido de los otros. Es preciso dar con esos caminos nuevos que son beneficiosos para todos. Son caminos que están hechos de humanidad, de perdón, de generosidad, de respeto, de mirada en la dirección del otro. Instalarse en el afán de ser más a costa del otro es caer en una espiral de desencuentro y de odio. La sociedad nos ofrece muchas posibilidades para poder iniciar un camino de encuentro y de familia.

                Oramos: Que aprendamos del amor de quienes perdonan y ensancha su corazón; que agradezcamos a quienes trabajan por mediar y reconciliar a los humanos; que valoremos los esfuerzos de los sembradores de la paz.

 

***

 

La luz que aporta la comunidad virtual:

 

                El mejor valor de nuestra comunidad no es ni siquiera el que lleguemos a convencernos los unos a otros. Es simplemente acogernos y aceptarnos como somos, sin pretensiones de ninguna clase. Es un paso más allá que el humano convencimiento. Por eso mismo no habríamos de dar nunca marcha atrás en ese afán por aceptarnos como somos. Aunque parezca poca cosa, es lo más que podemos hacer.

                Oramos: Que nos aceptemos con facilidad; que nos aceptemos con cordialidad; que nos aceptemos con gozo.

 

***

 

Palabras de luz:

 

De vez en cuando hay que hacer
una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.

 

***

 

Para estos días:

 

                No quieras imponerte a los demás dando voces o con amenazas. Trata de ser dialogante hasta el final.

 

***

 

 

 

 

 

 

 

 

Apocalipsis 6

CVA 

Domingo 27 de octubre de 2013

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

6. Ap 19,17-18

 

 

Introducción:

 

Asistimos con frecuencia, así ocurre estos días en España, a una especie de borrachera de ira social.  A propósito de la anulación de la llamada “doctrina Parot” se desata la ira social de quienes, afectados o no, demandan un cumplimiento de penas penitenciarias alargado hasta el final, hasta que se “pudran en la cárcel”. Se pasa por alto las doctrinas jurídicas (por las que una persona que delinque es condenada en una u otra medida) y no hablemos de reinserción, o no hablemos ya de humanidad y no nombremos la palabra perdón. La ira lo invade todo, lo desborda todo, lo corroe todo. No deja lugar al raciocinio y, menos todavía, a la benignidad. Encontramos justificación para la ira (y la tiene) pero no la encontramos para el civismo y, menos todavía, para el perdón. ¿No podría existir otro camino de convivencia y racionabilidad? Quizá el silencio y la meditación es lo que podrían hacer de dique de contención a la ira que tiende a arrasarlo todo.

                Es que el pasaje de este semana, la segunda de las siete visiones, dice que el vidente anuncia una orgía de ira y destrucción contra todo lo que se mueve. Cree ese vidente que la única respuesta al tremendo dolor que le causan sus perseguidores crueles es responder con la ira aniquiladora de un Dios que arrasa todo a favor de sus siervos (?). Y ¿qué hace el teólogo? Calla ante tal estallido de ira. Su silencio, el mismo silencio de Dios que no secunda tal explosión de “un ángel”, quizá esté queriendo sugerir que tiene que haber otros caminos para responder a la agresión de los malvados, que es preciso dar con estructuras sociales de integración que no nos hagan ir siempre, siguiendo la ley del péndulo, de la herida al golpe, del daño a una destrucción mayor. ¿Cómo superar la sensación de que el silencio es cobardía, la amistad cívica cesión al mal, la indulgencia debilidad?

 

***

 

Texto:

 

17Vi entonces un ángel de pie en el sol, que dio un grito estentóreo, diciendo a todas las aves que vuelan por mitad del cielo: ‘Venid acá, reuníos para el gran banquete de Dios, comeréis carne de reyes, carne de generales, carne de valientes, carne de caballos y de jinetes, carne de hombres de toda clase, libre y esclavos, pequeños y grandes’.

 

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La luz de la vida:

 

 

Jorge Arsuaga inició el pasado sábado en la Puerta del Sol una huelga de hambre para exigir la dimisión del Gobierno de Rajoy con un lema sencillo: 'Solo no hacer nada no sirve para nada'. Hasta hoy, otras cinco personas se han sumado a su protesta. Tres en Madrid, uno en Sevilla y otro en Zaragoza. Este de la foto es Javier, un chico que se ha puesto también de huelga de hambre en la plaza del Pilar de Zaragoza. Son gente que entiende que la respuesta al mal social no puede ser el mero cabreo, la ira, el desplante, sino la movilización por pequeña que sea. Son profetas de otro camino, de otra posibilidad, de una alternatividad a la ira.

                Oramos: Gracias, Señor, por los profetas sociales; gracias por quienes se movilizan y actúan; gracias por quienes no sucumben a la ira.

 

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La  luz que es Jesús:

 

Dice Mt 26,63 que en el interrogatorio nocturno que le hizo del Consejo la noche de su condena, “Jesús siguió callado”. Respondía a aquel estallido de ira que se lo llevó por delante con un silencio tenaz que, en el fondo, desenmascaraba las razones de su condena: era una víctima injusta y así se lo hacía ver a sus condenadores. No se puede interpretar su silencio como un olvido o fuga. Era una denuncia. Y seguramente que así lo percibían sus jueces.

                Oramos: Te alabamos, Señor, por tu increíble y profético silencio ante la injusticia; te bendecimos por no responder con ira a quien te condenaba con ira; te damos gracias por enseñarnos el camino de la paz y del silencio tenaz.

 

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La luz que viene de la sociedad:

 

Hemos de valorar con precisión las respuestas sociales de silencio y de paz aque no son huida de la realidad, sino denuncia callada con modos humildes pero tenaces. Los círculos de silencio, las más de treinta mil manifestaciones habidas en España en un año, las múltiples iniciativas de denuncia con la simple presencia, las múltiples cartas, firmas, manifiestos que, desde la simple voz, piden otro comportamiento social. Todo un torrente de palabras y de silencios, de maneras que no empujan en la dirección de la ira y de la venganza, sino de la humanidad.

                Oramos: Que nunca nos pasemos al lado de la ira y la violencia; que abracemos un camino de paz y de racionabilidad; que creamos en la fuerza política del amor.

               

***

 

La luz que aporta la comunidad virtual:

 

A veces nos cuesta estar en silencio, escuchar con respeto silencioso, valorar a quien asiente y acoge. Creemos que si no hablamos, no colaboramos. Pero no es así. Estar en silencio ante el otro, acoger lo que dice con respeto, valorar y ponderar sus pequeñas experiencias de vida es una forma de fraternidad. Y, por supuesto, no ponerse nervioso y menos airado ante las maneras de ser de quien tengo delante. Esa paciencia fraterna es la semilla buena que nos alejara de toda ira.

                Oramos: Que nos airemos por la manera de ser del otro; que seamos pacientes con los modos de vida que no nos cuadran mucho; que ofrezcamos silencio y acogida a quien quiere darnos su punto de vista.

 

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Palabras de luz:

 

Me quedaré en silencio

en el blanco infinito de este día.

                 

  Me quedaré en silencio

en el nuboso gris de esta mañana

 

Me quedaré en silencio acomodada

en el vacío caracol

ausente de mis ojos.

 

Me quedaré en silencio

entre las olas

del encrespado mar de la conciencia

 

Me quedaré en silencio quieta

hasta que el sol me toque con sus múltiples brazos

y me traiga de regreso al crepitante fuego

del lenguaje.

 

***

 

Para estos días:

 

Trata de no airarte; tiende a estar en silencio valorativo y reflexivo ante el conflicto; únete a quienes se movilizan por causas justas.

 

 

***