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FIAIZ

Apocalipsis 8

CVA 

Domingo 10 de noviembre de 2013

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

8. Ap 19,6-9

 

Introducción:

 

                Hay personas que logran, más allá de las heridas de la relación, o de los abandonos y olvidos, o incluso por encima de las dentelladas que da la traición, seguir amando. No han borrado de su horizonte de vida la realidad del amor. Tendrían mil motivos comprensibles para dejar de amar, para encerarse en su caparazón de odio y de resentimiento. Pero no, ellas siguen amando. Hay quien las llama ingenuas o personas sin resortes porque no responden al desamor con el rechazo. Pero ellas tienen ese secreto hondo de la vida: saber que estamos llamados al amor por encima de cualquier limitación, más allá de los razonables rechazos que se impondrían a quien no nos ama. Estas personas son las mejores aliadas de la vida. Hay que agradecerles que sigan amando.

                Es que el texto de esta semana habla de unas “bodas”. Cuando el vidente de Apocalipsis habla de dura respuesta, de ira, de condena, de juicio, de amargura (y tiene toda la razón porque está siendo perseguido), el teólogo reflexivo habla de la pervivencia del amor en la metáfora de las bodas, tópico del amor. Saber que en esta vida se está llamado a unas bodas, al amor, tendría el enorme beneficio de quitar el veneno de las relaciones, podría suavizar y mitigar mil sufrimientos que provienen de la dialéctica desamor-más desamor. Ayudaría muchísimo a ver la vida de otra forma. Esto no es de pusilánimes, ni de gente apocada o débil, Es fuente de humanidad y de gozo porque, no lo olvidemos, el desamor engendra más desamor y el amor crea más amor.

 

***

 

Texto:

 

                6Y oí algo que recordaba el rumor de una gran muchedumbre, el estruendo del océano y el retumbar de fuertes truenos; y decían:

¡Aleluya!

¡Ha empezado a reinar,

el Señor nuestro Dios

soberano de todo!

7Hagamos fiesta, saltemos de gozo y démosle a él la gloria

porque han llegado las bodas del Cordero.

la esposa se ha ataviado,

8le han regalado un vestido

de lino puro, esplendente.

9Entonces me dijo: “Escribe: Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero”.

 

***

 

La luz de la vida:

 

 

Estos muchachos son Enric Gonyalons, Ainhoa Fernández y Rossella Urru ante el avión que les ha trasladado a Madrid después de poner fin al secuestro que les ha tenido durante casi nueve meses en el norte de Mali a manos de un grupo islamista. Los tres fueron liberados tras nueve meses de cautiverio en manos del grupo islamista Movimiento de Unicidad y Yihad en África del Oeste (Mujao). Son personas que, como muchos cooperantes, creen en la bondad y el amor social y están dispuestos a recomenzar su camino de solidaridad y de empeño. Gente de bien que no responde con el mal a la incomprensión y al secuestro.

Oramos: Gracias por quienes aman exponiendo su vida; gracias por quienes se entregan en totalidad; gracias por quienes responden al mal con bien.

 

***

 

La  luz que es Jesús:

 

                Jesús ha sido uno que ha hablado bastantes voces de bodas, de banquetes. Él mismo participó en ese lugar del amor (según Jn 2).  Es que su vida no se entendería si, globalmente, no se enfocara como una vida de apasionado amor al sector débil de su pueblo. No le apeó de tal amor ni la ambición de su familia, ni la testarudez de sus discípulos, ni la persecución de los poderosos, ni el rechazo de las autoridades religiosas, ni el poco agradecimiento de los pobres. Él siguió amando, impertérrito, porque creía en el amor como algo que anidaba en su interior. Nunca lo abandonó.

                Oramos: Te alabamos, Señor, por tu amor fiel; te bendecimos por tu amor generoso; te damos gracias por tu amor entregado.

 

***

 

La luz que viene de la sociedad:

 

                Leer la realidad social desde el amor nos daría una perspectiva distinta del hecho social. Puede parecer lírica barata, pero es una realidad. Casi siempre nuestra lectura social está hecha desde prejuicios, valoraciones que distorsionan la realidad, miedos, acusaciones gratuitas, etc. Desde ahí el resultado es una sociedad ante la que hay que defenderse. Si empleáramos otra perspectiva, la del amor, quizá daría como resultado una sociedad hermana, compañera de camino, colaboradora necesaria para la construcción de la aventura humana. Por eso hay que decir que la bondad y el amor son imprescindibles para entender bien el hecho humano.

                Oramos: Que miremos a la sociedad como hermana; que veamos los caminos humanos como casa nuestra; que entendamos los conflictos con benignidad.

 

***

 

La luz que aporta la comunidad virtual:

 

                No cabe duda de que la comunidad virtual, siquiera modestamente, nos ayuda a vivir un poco más en ese amor básico que fundamenta lo humano. Por eso, más que un beneficio religioso, orar juntos nos ayuda a ser personas en esa perspectiva de amor que pone un punto de novedad en la vida. La buena relación, el amor en definitiva, es el mejor fruto del trabajo orante.

                Oramos: Que crezcamos en amor y buena relación; que al orar aprendamos a respetarnos y amarnos; que veamos la realidad desde la perspectiva del amor.

 

***

 

Palabras de luz:

 

¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón en corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
-que importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.

 

***

 

Para estos días:

 

                Trata de ser generoso y no respondas mal a quien no te brinda todo el amor y respeto que mereces.

 

 

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