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FIAIZ

COMUNIDAD SAN JUAN

Juan 130

CVJ 

Domingo, 20 de enero de 2013

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

 

130. Jn 19,19-22

 

Introducción:

 

                La vida sin textos literarios hermosos sería mucho más pobre, mucho más triste, mucho más oscura. Hay muchas personas que, en todas las lenguas, iluminan a través de sus textos el caminar humano. Si son textos profundos, hermosos, verdaderos, humanos, no nos cansan; estamos cansados de las palabras vacías, de las que no transmiten experiencias, de las que son pura fachada. Pero los textos profundos nos llevan a la profundidad. Sin embargo, hay personas muy valiosas que jamás escribirán un texto; quizá ni sepan escribir. Ellas mismas son su propio texto. Es preciso también aprender a leer en ellas porque su texto lleva la firma de su propia vida.

                Los judíos tenían (y aún tienen) un texto reverenciado que es el de la Torá, el de la Biblia hebrea. Ellos aman ese texto (nosotros también) porque creen que esas palabras “dan espíritu y vida”. Pero los cristianos, además de apreciar hondamente esas palabras, leemos nuestro horizonte en el “texto” de la vida de un pobre que terminó en cruz. Él es para nosotros la nueva Escritura, el lugar donde se topa uno con la realidad de Dios. Así lo dice este texto hermoso del Evangelio de Juan: por siete veces consecutivas aparece el vocablo escribir o escritura. Jesús, en su humilde vida, es para nosotros el texto hermoso donde leemos la verdad de que lo humano tiene salida, deque nos aguarda un horizonte luminoso, de que estamos hechos para el amor y la alegría, no para el odio y la pena. La escritura que es la vida de Jesús sigue siendo para nosotros un “libro” lleno de palabras luminosas.

 

***

 

Texto:

 

                19Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él estaba escrito: JESÚS EL NAZARENO, EL REY DE LOS JUDÍOS.

20Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego.

21Entonces los sumos sacerdotes de los judíos, le dijeron a Pilato:

                -No dejes escrito “El rey de los judíos”, sino: “Éste ha dicho: soy el rey de los judíos”.

                22Pilato les contestó:

                -Lo escrito, escrito queda.

 

 

***

 

Ventana abierta:

 

 

                Esta es una ilustración del poema de L. García Montero “Uno aprende a vivir y a echar  raíces”, un hermoso texto que ponemos al final de la hoja y que podemos utilizar, casi como oración, para este comienzo del año. Gracias a textos hermosos la vida “espiritual” se nutre y alimenta. Tendríamos que agradecer a quienes los escriben porque humanizan nuestro camino y desatan ese fondo de ternura que necesita la vida para que sea algo más que el mero transcurrir de los días.

                Oramos: Que valoremos los textos hermosos que iluminan; que seamos personas de raíces espirituales; que seamos texto luminoso de vida para quienes nos rodean.

 

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Cuando dice san Juan que la nueva escritura, que es Jesús, estaba escrita en “hebreo, latín y griego” está queriendo decir que es una escritura universal: la lengua de los judíos (el hebreo), la lengua de los paganos (el griego) e, incluso, la lengua de los opresores (el latín). Todo el mundo puede leer en Jesús las palabras de la dicha humana. Ninguna persona, ninguna religión, ninguna filosofía puede privatizar, apropiarse, de las palabras de Jesús. Su “escritura” es para que la lea toda persona que lo desee. Destruir la universalidad de esta “escritura” es destruir al mismo Jesús.

                Oramos: Gracias, Jesús, por ser escritura para toda persona; gracias porque tu libro habla de la dicha; gracias por iluminar nuestro camino humano.

 

***

 

Ahondamiento personal:

 

                El pagano Pilato se mantiene en lo escrito. Quizá él no lo supiera, pero el evangelista dice que lo escrito, cuando es luminoso, debe quedar escrito. Nuestros “escritos” (nuestra vida) ha de engendrar luz. Si un escrito entristece, denigra, oscurece, menosprecia, no es escrito humano y en nada se parece al escrito de luz que es la persona de Jesús. Cualquier esfuerzo por iluminar el camino humano es un escrito de luz que agradecemos, fuertemente necesitado de luz como estamos.

                Oramos: Que nuestros escritos, literarios o de la vida, sean luminosos; que seamos escritura de luz para quien anda en tristeza; que nunca contribuyamos a oscurecer el camino humano.

               

***

 

Desde la comunidad virtual:

 

                Con alguna frecuencia nos regalamos textos en la comunidad virtual. Son valiosos porque han sido previamente luminosos para quien los ofrece. Y, además, nos regalamos el texto sencillo de nuestras vidas que, en muchas ocasiones, es instancia de luz. El regalo de un buen texto, sea escrito o sea de vida, es impagable.

                Oramos: Que nos regalemos textos para regalarnos vida; que seamos texto para quien anda en dificultad; que agradezcamos a quien nos ofrece textos luminosos.

 

***

 

Poetización:

 

Quizá no supiera escribir,

probablemente nunca leyó un libro,

no pudo disfrutar del placer

de la letra escrita.

Pero sabía el texto de la Escritura

de memoria

y le acompañó en las horas  más difíciles.

Sabía también los textos

de los cantos de las subidas

y los poemas de amor del Cantar.

Los cantaba en la noche

en sus momentos de oración.

Pero, sobre todo,

la vida para él

era un texto de luz:

los campos de su Galilea,

los olivares de sus cuestas,

el agua de su lago hermoso,

las mieses doradas de los campos

en Cafarnaún.

Era el libro hermoso

de la creación.

 Ahí también supo leer.

Pero su mejor libro

fueron las personas,

su pueblo,

su familia,

sus amigos,

la persona de los débiles.

Ahí leyó

el paso de Dios

por la vida.

Eso le hizo estremecerse de gozo

muchas veces.

Fue un buen lector

del texto de vida,

aunque fuera un analfabeto.

 

 

***

 

Para esta semana:

 

                Disfruta leyendo un buen texto. Sé un texto de luz para quien convive contigo.

 

***

 

 

Uno aprende a vivir y a echar raíces.

Y conviene también llover sobre mojado,

pisar la superficie de los ríos

hasta quedarse quieto,

hasta el agua templada en la cintura,

con un reloj de horas más tranquilas,

donde sea el recuerdo quien evoque al presente

y el porvenir se haga un minuto redondo

más nuestro cada vez y más anillo,

porque el viento se calma con caricias

igual que los caballos en días de tormenta.

Uno aprende a vivir,

a estar en cuerpo y alma en los ojos que miran,

en la voz que pregunta,

en los dedos sin prisa que recorren

la piel de los saludos.

Es necesario trabajar la vida.

La cólera del tiempo se calma con las manos.

 

LUIS GARCÍA MONTERO

 

 

 

 

 

Juan 128

CVJ 

Domingo, 16 de diciembre de 2012

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

128. Jn 19,12-16a

 

Introducción:

 

                No sabemos por qué, pero los humanos hacemos, a veces, extrañas elecciones: elegimos a quien nos hace daño, a los tiranos, a quienes nos deshumanizan, a quien nos oprime. Hay una especie de dificultad para el sensato raciocinio y para la elección del bien que nos bloquea y, ciegamente, nos lanzamos a una realidad que vemos como un abismo. Ser malo es malo, pero elegir consciente el mal es perverso. Y eso hacemos. Sin embargo, hay quien no se resigna y, contra viento y marea, elige el bien, se hace fuerte para no caer en el abismo de elegir lo que le hace daño, ayuda a otros a que no se dejen tentar por los cantos de sirena del mal y animan al bien, aunque sea más costoso, menos productivo, menos aplaudido. Animar a la bondad es una de las grandes tareas de solidaridad humana que podemos pensar y hacer.

                En el texto evangélico de esta semana asistimos a la incomprensible elección de quien es el gran opresor del pueblo, el César, manifiesta el lado más inhumano de los dirigentes. Un judío no optaría por el Cesar, el “gran cerdo” lo llamaban, ni borracho. Pero las autoridades, con toda sangre fría, optan por él y se alían con él hasta el punto de decir que es su rey, que es lo mismo que decir que es su Dios (para el judío, la realeza y Dios llegan a confundirse como institución). Palpaban a diario la opresión del César y, sin embargo, lo eligen como rector de su vida y sus destinos. Increíble y extraña elección de duras consecuencias para todos.

 

***

 

Texto:

 

12Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:

                -Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el César.

13Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en el sitio que llaman “el Enlosado” (en hebreo Gábbata). 14Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía.

Y dijo Pilato a los judíos:

                -Aquí tenéis a vuestro Rey.

                15Ellos gritaron:

                -¡Fuera, fuera; crucifícale!

                Pilato les dijo:

                -¿A vuestro rey voy a crucificar?

                Contestaron los Sumos Sacerdotes:

                -No tenemos más rey que al César.

16aEntonces, finalmente,  se lo entregó para que lo crucificaran.

 

 

***

 

Ventana abierta:

 

 

            Este es un puzzle de unos cuantos tiranos históricos recientes que todos hemos conocido. Muchas veces nos preguntamos: ¿por qué un pueblo elige a quien le tiraniza? No sabemos qué cables se tocan, que pulsiones se ponen de manifiesto, qué miedos se quieren conjurar. Pero esa es la realidad: muchos pueblos de la tierra eligen a sus peores gobernantes. Es un misterio de tremenda inhumanidad que tiene consecuencias durísimas para la vida de los pobres.

                Oramos: Que nunca elijamos a quien nos tiraniza; que no conectemos con los bajos fondos de inhumanidad que anida en lo social; que siempre anhelemos para todos la libertad y el gozo.

 

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Jesús es presentado como rey, y en verdad lo era. Pero no como un rey que compite con otras fuerzas políticas por el logro del poder. Es un rey paradójico, de pobres, que no demanda nada de nadie, que no roba nada a nadie, que jamás oprime, que no se pone por encima de ninguna realidad. Un rey sin ninguna clase de poder, un rey entregado. Por paradójico que parezca, ese tipo de rey es el que más hace temblar al poder porque, en el fondo, desenmascara todo el ansia de dominio que anida en las opciones tiránicas.

                Oramos: Gracias, Señor, porque no anhelas el poder; gracias porque no esquilmas a nadie; gracias porque te entregas sin demandar nada a cambio.

 

***

 

Ahondamiento personal:

 

                Cuando los judíos dicen que no tienen más rey que al César todos, hasta ellos mismos, saben que eso no es verdad. Pero ese tipo de frases denotan el fondo de inhumanidad que hay en toda persona, capaz de aliarse con el diablo con tal de mantener parcelas de poder. Muchas veces nos preguntamos porqué las fuerzas más reaccionarias tienen tanta vida en la sociedad. Porque tocan ese fondo de inhumanidad que anhela el poder y la fuerza. Luego resulta que, en lugar de darte poder, las fuerzas oscuras te quitan el poco que tenías. Pero esa ilusión de poder yo también dominar te hace unirte al diablo si es preciso.

                Oramos: Que anhelemos la justicia y nunca el aprovecharnos de los demás; que nos alejemos de las fuerzas oscuras que tienden al dominio y a la explotación; que deseemos días de ventura y dicha para todos.

 

***

 

Desde la comunidad virtual:

 

                La cercanía de la comunidad virtual, su trabajo orante, las pequeñas convivencias, las pocas noticias compartidas, pueden ser una ayuda para hacer que ese fondo de inhumanidad que nos habita y que nos empuja, a veces, a elegir lo malo esté más controlado. Efectivamente, las zonas oscuras de uno mismo se controlan a base de bondad común. Desde este lado también tenemos que agradecer mucho a las personas de nuestro grupo.

                Oramos: Gracias por quienes nos ayudan a tener un interior más humano; gracias por quienes siembran valores positivos en nuestra vida; gracias por la luz de los demás que nos contagia.

 

***

 

Poetización:

 

Era para quedarse atónito:

el pueblo de Señor,

los judíos espirituales,

los buscadores de Dios,

dicen que su rey, su Dios,

es el César,

su mayor opresor.

Cada día sufrían

esa opresión:

impuestos injustos,

ocupación militar,

arbitrariedad de los gobernantes,

despojo de tierras,

ofensas religiosas,

violencias sin cuento.

Y, a pesar de todo ello,

eligen a ese demonio

como rey, como Dios.

Era una estrategia

para desplazar y condenar

a quien les liberaba,

a quien les abría el horizonte,

a quien anunciaba la dicha,

a quien amaba la justicia,

a quien soñaba con la igualdad.

Pero algo había dentro,

una fiera,

que salía a flote

para impedir el bien.

Quizá pensaban

que haciendo esa elección

llegaría Jesús

a abandonar su intento

de construir

la nueva relación humana,

el abrazo universal,

la dicha común.

Quizá era eso

lo que realmente temían.

Pero nunca sería así,

porque los días de luz

son el patrimonio de lo humano

y las densas tinieblas de la opresión

tienen los años,

los siglos,

contados.

***

 

Para esta semana:

 

                Anímate a elegir siempre el lado bueno y positivo de las personas y de las cosas.

 

***

 

Juan 127

CVJ 

Domingo, 9 de diciembre de 2012

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

 

127. Jn 19,8-11

 

Introducción:

 

Una de las maneras más crueles de conceptuar la perversidad humana es frenar, bloquear, impedir el desarrollo humano. Impedir el desarrollo es condenar a los pueblos, a la persona, a la pobreza y a la inhumanidad. Por eso, todo el mundo habla de desarrollo, aunque, en realidad, es el poder el gran dominador de las relaciones entre los humanos. La espiritualidad del desarrollo no es únicamente algo referente a la economía; lo es también a la persona. Impedir que la persona se desarrolle espiritualmente es condenar a un enanismo humano a quien vive conmigo, hacer que sus anhelos queden apagados y sus ilusiones nunca cumplidas. Quien ha sido bloqueado puede ser fácilmente manipulado. De ahí el empeño de ciertas fuerzas hostiles a lo humano en bloquear el desarrollo. Por el contrario, muchas personas se desviven por hacer crecer la frágil planta del desarrollo humano en muchas vertientes. Son como Jesús, que con sus pobres medios se dedicó a llevar a la persona a su máximo desarrollo humano.

El Jesús de la pasión puede ser entendido, sin más, como un condenado, pero también puede ser visto como uno a quien pretendieron frenar su desarrollo y sus trabajos de desarrollo. Las autoridades que lo entregaron y Pilato que lo condenó creían que condenandolo podrían frenar sus trabajos de desarrollo. Pero, en realidad, porque esos trabajos apuntaban al fondo de la persona, aun condenado, podría seguir (y quizá con más fuerza) colaborando al desarrollo de las personas, de la historia. Son los trabajos que ahora hace el resucitado por todos los seres de la vida.

***

 

Texto:

8Cuando Pilato oyó decir aque­llo, le entró más miedo. 9Entró de nuevo en la residencia y preguntó a Jesús:

- ¿De dónde procedes tú? Pero Jesús no le dio respuesta.

10Entonces le dijo Pilato:

- ¿Te niegas a hablarme a mí? ¿No sabes que está en mi mano soltarte y está en mi mano crucificarte?

11Le replicó Je­sús:

- No estaría en tu mano hacer nada contra mí si Dios no te deja­ra. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.

 

***

 

Ventana abierta:

 

 

                Esta es la portada del llamado INFORME PNUD de naciones Unidas sobre el desarrollo humano. Es, francamente, un texto importante donde se exponen, cada dos años, los datos del desarrollo y también los anhelos de una buena parte de la comunidad internacional para contribuir al soñado desarrollo. “Este Informe¸ dice el PNUD,  ilustra los vínculos entre sostenibilidad y equidad y a la vez muestra cómo se pueden mejorar estos aspectos en el desarrollo humano”. De alguna manera, hacen la misma obra que Jesús.

            Oramos: Gracias, Señor, por quienes se preocupan del desarrollo de los pueblos; gracias por quienes demandan más equidad para con los débiles de la tierra; gracias por quienes aman la tierra que tú nos diste.

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Parece que, en este pasaje y en toda la pasión, como si Dios estuviera ausente, como si no le importara que Jesús fuera condenado o no, como si le diera igual que este “desarrollador” de la persona y de la comunidad pereciera o no. Pero no es así: Dios estaba en la pasión de Jesús y lo está en la pasión de quienes sufren por causa del desarrollo de los pueblos (que son muchas, hasta dar la vida algunos de ellos). El Dios de Jesús es un Dios preocupado por que lo creado alcance ekl desarrollo pleno, la filiación divina decimos nosotros. Ese Dios empeñado en el desarrollo nos acompaña en nuestras pasiones.

                Oramos: Te alabamos, Señor, por acompañar a Jesús y a quienes trabajan por el desarrollo de los pueblos; te bendecimos por tu compromiso en nuestro desarrollo; te damos gracias por hacer ver que el desarrollo es el camino de la filiación.

               

***

 

Ahondamiento personal:

 

Se habla en el texto de un “pecado mayor”. Podríamos pensar que ese pecado innombrable es haber entregado a la muerte al Hijo de Dios. Pero hay uno todavía mayor: entregar a la persona, a pueblos enteros, al subdesarrollo, a la pobreza endémica, al retraso de siglos frenando así el anhelo del Padre de que toda realidad creada alcance el desarrollo creatural. Colaborar, en poco o en mucho, en esas tareas que frenan el desarrollo es el “pecado mayor” al que alude el Evangelio.

Oramos: Que nunca colaboremos en el “pecado mayor” de frenar el desarrollo de las personas; que apoyemos toda iniciativa de crecimiento y desarrollo; que celebremos los triunfos de quienes trabajan, poco o mucho, por el desarrollo de los pueblos.

 

***

 

Desde la comunidad virtual:

 

                La comunidad virtual nos ayuda, y bastante, a desarrollar nuestra espiritualidad y, con ello, contribuye al desarrollo de nuestras personas. Alguien con el interior cultivado, sensibilizado, evangelizado, creemos que es una persona más desarrollada. Hay que escapar del concepto solamente economicista del desarrollo. Por eso mismo, cualquier gesto de cercanía, de oración, de acompañamiento, de recuerdo entre nosotros, vale para el tema del desarrollo.

                Oramos: Que sigamos cerca unos de otros para ayudarnos en nuestro desarrollo; que oremos unos por otros para ayudarnos en nuestro desarrollo; que nos acompañemos y recordemos para ayudarnos en nuestro desarrollo.

 

***

 

Poetización:

 

Cuando lo condenaban

creían que lo bloqueaban.

Pensaban que bloqueándolo

el desarrollo de los pobres

y su potencial peligro

quedarían parados.

No entendían

que lo que él quería

era el desarrollo pleno,

la dicha más amplia,

la equidad más justa.

Todo eso no era obstáculo

para el desarrollo

sino para en ansia depredadora

de quienes lo quieren todo para sí

y no pueden ver

que el otro se desarrolle.

Por eso, al condenarlo,

quisieron bloquearlo

sin saber que su muerte

más que una condena y un bloqueo

era la puerta a la actividad mayor

que el resucitado realiza

para el desarrollo de lo humano.

Era como una metáfora

de una hermosa realidad:

que el desarrollo de los pueblos

es el plan, el designio

de Dios sobre la vida.

Por ello, no habrá nadie

ni ninguna condena

capaz de parar

lo que resulta imparable:

que el anhelo de dicha

sembrada en el corazón

coincide con el anhelo de Dios.

ambos dos,

corazón humano y Dios,

empleados en la tarea

del más pleno de los desarrollos.

 

***

 

Para esta semana:

 

                No bloquees ningún anhelo, no seas obstáculo para ninguna ilusión, no frenes ninguna acción de solidaridad.

 

***

 

 

Juan 126

CVJ 

Domingo, 2 de diciembre de 2012

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

 

126. Jn 19,4-8

 

Introducción:

 

La pobreza, las limitaciones, la fragilidad son tan duras que constituyen un muro insalvable ante el que nos estrellamos. Toda posibilidad de lectura positiva, todo intento de desvelar algún camino abierto desaparece. La mordedura de la pobreza es, casi siempre, mortal. De ahí que intentar hablar de aspectos positivos de la pobreza es interpretado por muchos poco menos que como una ofensa. Y, sin embargo, si se mira con atención y con benignidad, en los oscuros caminos de la pobreza, en las vidas destrozadas de los pobres, la belleza, los aspectos valiosos que nos emocionan, las posibilidades inagotables que ofrece la vida aparecen  como una realidad inexcusable. Es cierto aquello de que a la vida le basta una grieta para florecer. Puede ser una manera de enfrentar el duro mundo de las pobrezas desde la perspectiva de lo hondamente humano.

Según sugiere este texto, Jesús supo desvelar esa belleza oculta, aunque los demás no lo vieran. Supo verla en su vida y en la también dura vida de quienes caminaron sociológicamente a su lado. Por eso mismo, aunque humillado y ofendido, supo presentarse ante los demás como “el hombre”. Da lo mismo que lo presentara así Pilato  (para burlarse ante los judíos de aquel despojo) o que se presentara así mismo (como podría sugerir una lectura de sujetos ambiguos). En aquel humillado habitaba una honda belleza velada por la inhumana tortura y el avasallamiento injusto. Era un pobre, un humillado, un excluido, pero no solamente eso. Las injurias no lograban apagar el brillo del amor fiel que guardaban los pliegues de su alma.

 

***

 

Texto:

 

4Pilato salió otra vez afuera y les dijo:

                -Mirad, os lo saco afuera, para que sepáis que no encuentro en él ninguna culpa.

                5Y salió Jesús afuera, llevando la corona de matas y el manto color púrpura. Y les dijo:

                -Mirad al hombre.

                6En cuanto lo vieron los sacerdotes y los guardias gritaron:

                -¡Crucifícale, crucifícale!

Pilato les dijo:

                -Lleváoslo vosotros y crucificadle, porque yo no encuentro culpa en él.

                7Los judíos le contestaron:

                -Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado hijo de Dios.

                8Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más.

 

***

 

Ventana abierta:

 

 

                Cuando paseamos por nuestras calles, más que nunca llenas de gentes excluidas, vemos una escena como la de la foto: un mendigo pide limosna acompañadote un perrillo que parece sumarse a su actividad mendicante. Con frecuencia los pobres ponen su amor en sus pobres mascotas. Las cuidan y las defienden; son sus amigos. El amor que late en los estratos profundos de la personalidad del débil se vierte en esos modos que nos parecen secundarios. De ese hilo se puede tirar. Posiblemente quien ama así al animalillo, tiene intacta la capacidad de amar, de ser persona feliz.

                Oramos: Que miremos a toda persona como sujeto capaz de amar; que seamos benignos cuando miramos a los débiles; que nos conmueva la bondad escondida de los excluidos.

 

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Cuando el gentío dice que su delito es haberse declarado “hijo de Dios” se está apuntando a un delito religioso, quizá con connotaciones políticas (por eso teme Pilato a Jesús). Pero puede leerse de otro modo: Jesús se declara bueno, humano, benigno, capaz de amar, con valores básicos, digno. Y eso es lo que no se acepta porque se tiene delante un pobre. Ahí está el problema: ¿cómo unir pobreza y valores? Jesús los ha unido con la atadura de su amor fiel: no dejó de amar. Esa fue la garantía de que sus valores no fueron arrastrados por el tsunami de la violencia.

                Oramos: Te alabamos, Señor, por Jesús pobre pero valioso; te bendecimos por Jesús pobre pero humano; te damos gracias por Jesús, postergado en su pobreza pero amante fiel.

               

***

 

Ahondamiento personal:

 

                La sociedad tiende a estigmatizar al pobre, a culparlo de su pobreza en la que quizá tenga parte, pero no solamente él. También la tiene el poder que se desentiende él; las instancias económicas que, como no sacan ganancia de él, lo abandonan a su suerte; la misma Iglesia que habla mucho de pobres (y también actúa) pero no toma partido por ellos sino que sigue aferrada a la sombra de los poderes fácticos. Por eso mismo habría que intentar no estigmatizar a los pobres, no cargarles más peso que el que les corresponde.

Oramos: Que nuestro desentendimiento de las pobrezas se transforme en cuidado; que nuestro olvido se convierta en memoria; que nuestra estigmatización se cambien en caricia y justicia.                 

 

***

 

Desde la comunidad virtual:

 

                Para hacer parte de nuestra comunidad virtual, de un grupo que quiere iluminar su vida con la Palabra, no es necesario alejarse de la realidad pobre, social o personal, que uno lleva consigo. La Palabra nos está enseñando a develar los valores auténticos de cada uno/a aunque sean modestos, aunque vayan envueltos en limitación. Hemos aprendido a no escandalizarnos de nuestros propios límites y de los ajenos. El respeto y la acogida ha sido la buena respuesta.

                Oramos: Que disfrutemos de los valores sencillos de los demás; que no nos alejemos de la realidad de quienes conviven con nosotros; que no nos escandalicemos de nuestros propios límites ni de los ajenos.

 

***

 

Poetización:

 

No era extraño

que gritasen,

que lo insultasen,

que  vociferasen

ante su horrible presencia.

No era extraño

que lo mandasen a la muerte.

No querían ver en él

la miseria

y la humillación

que percibían en sus vidas.

Por eso lo mejor

era mandarlo a la muerte.

Pero, en realidad,

él se presentaba,

sin vergüenza,

como “el hombre”,

como el sujeto de valores,

como la persona

con la dignidad intacta,

como el hombre siempre amante

de corazón vivo,

anhelante de caricias

y capaz de darlas.

No lo entendían.

Su falta de visión,

su desamor contra su propia pobreza,

su ser manipulados,

les llevó a gritar con cólera:

“¡A la cruz!”.

Pero Jesús sabía

que en él y en ellos

jamás se apagaría

el rescoldo del amor.

Eso le hacía más llevadera

Su inicua

e injusta condena.

***

 

Para esta semana:

 

                Trata de cultivar estos días una mirada más benigna, más justa, sobre las pobrezas cercanas.

 

***

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Juan 125

CVJ 

Domingo,  25 de noviembre de 2012

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

 

125. Jn 19,1-3

 

Introducción:

 

                La burla, la frase mordaz, las palabras mordaces son, con frecuencia, el arma que exhiben los débiles. Como no tienen razón, ironizan y desprecian para imponerse. Pero, por mucho que lo hagan, siguen sin tener razón. Y lo peor de todo: burlarse de los débiles, de los pobres, de los indefensos, de los frágiles. Esta burla es el súmun de lo inhumano. Lo contrario sería tomar en serio a toda persona, sobre todo a quien está en mayor desamparo. Tomar en serio al otro no quiere decir que haya que estar siempre ante él con el ceño fruncido. No, el buen humor y el disfrute son valiosos. Quiere decir que la vida de quien tengo delante merece toda consideración y que yo se la doy.

                La escena evangélica de esta semana esa una escena de burla, más que de castigo. Se burlan los soldados de quien es ya un erradicado de este mundo, un condenado a quien se le puede robar todo, hasta la dignidad. Se burlan con una corona de matas, como si fuera un rey loco; con un manto “color púrpura”, no de púrpura que era la vestidura regia. Se burlan haciendo un saludo militar (la mano alzada) que termina en una bofetada. Él, Jesús, había tomado en serio a todo el mundo; hasta los más indefensos encontraron en él alguien que escuchaba, que acogía, que daba importancia a sus pobres caminos. Y, en contrapartida, él no fue tomado en serio cuando le cercaba la desgracia. Quizá en esos momentos, además de un fuerte desamparo, sintió como nunca el amor abrazador del Padre.

***

 

Texto:

 

19,1Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar.

2Y los soldados trenzaron una corona de matas, se la pusieron en la cabeza

y le echaron por encima un manto color púrpura;

3y, acercándose a él, le decían:

                -¡Salve, rey de los judíos!

Y le propinaban bofetadas.

 

***

 

Ventana abierta:

 

 

Estos son integrantes de una moderna ONG que se denominan: Stop desahucios. Ya sabemos su cometido: intentan frenar el tsunami de desahucios que asuela nuestra sociedad. Para denigrarlos, se les acusa de antisistema cuando, en realidad, su objetivo es mejorar una de las indignidades del sistema. Ellos creen que se puede cambiar la sociedad y han empezado a hacerlo bu7scando protección a los más frágiles. Solamente falta que la política sea capaz reofrecer respuestas claras, sensibles y eficaces para nuestra sociedad sea mejor.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes se mantienen sensibles a la causa de los débiles; gracias por quienes toman en serio las situaciones de los pobres; gracias por quienes aportan humanidad al hecho social.

 

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Estremece en este relato el silencio de Jesús y su rostro que recibe la bofetada injuriosa. Casi sentimos su chasquido. Non era que no le afectaba la burla; él la sufría hondamente, en proporción al amor que tenía a las personas. Pero sabía encajar la adversidad. Eso lo había aprendido desde niño, desde su pobre nacimiento hasta hoy. Entendió que era preciso aprender a abrazar la adversidad, no para darle carta de ciudadanía sino para decirle: vives conmigo, pero no tendrás la última palabra.

                Oramos: Te alabamos, Señor, por tu fuerza interior; te bendecimos por tu capacidad para abrazar la adversidad; te bendecimos por tu corazón resistente.

               

***

 

Ahondamiento personal:

 

                Para generar humanidad en torno a nosotros se requiere, entre otras cosas, tener controlado el mecanismo de burla y menosprecio que puja por salir en situaciones que nos superan. Antes que menospreciar a nada o a nadie es preciso hacer acopio de escucha, comprensión y paciencia. Quizá también haya que mirar con benignidad. El tema de la mirada es decisivo para no sucumbir al desprecio. Una mirada benigna abre las puertas del corazón; una mirada burlona, genera alejamiento.

                Oramos: Que escuchemos con templaza a quien lo pasa mal; que hagamos derroche de paciencia con quien está herido/a; que miremos con benignidad los caminos de los frágiles.

 

***

 

Desde la comunidad virtual:

 

                Una de las “razones” por las que se nos hacen gratas las convivencias y nuestra relación de “comunidad virtual” es porque no hay atisbos de burla o menosprecio, sino todo lo contrario. Un aprecio sincero e interesado por los caminos del otro crea un marco de disfrute y de acercamiento que nos enriquece. Siempre hay algún motivo para alegrarse con el otro/a. Son los frutos buenos de la comunidad.

                Oramos: Que nunca aparezca el. menosprecio en nuestras relaciones comunitarias; que el interés por los caminos de los demás no mengüe; que siempre encontremos motivos para el disfrute común.               

 

***

 

Poetización:

 

Hasta el más débil,

el más pequeño,

el más niño,

encontraron acogida en él.

Siempre los tomó en serio,

siempre le interesaron sus caminos,

siempre los miró con acogida.

Despreciar al otro,

burlarse de él,

tomarlo a broma,

era como reírse de Dios.

Por eso mismo

nunca hirió,

jamás avergonzó,

no puso en ridículo a nadie.

Tal vez por eso

le dolieron más

las burlas de los guardias,

Sus risas inhumanas,

sus gestos humillantes.

No merecía ese trato,

por mucho que fuera

un condenado.

Pero lo encajó

con la mayor paz que pudo.

En medio de aquella hoguera de mal

estaba la brisa fresca

de la caricia del Padre.

Y él, seguramente que la sentía.

 

***

 

Para esta semana:

 

                No te burles del débil; se paciente; muestra interés por sus caminos sencillos.

***

Juan 124

CVJ 

Domingo,  18 de noviembre de 2012

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

124. Jn 18,38b-40

 

Introducción:

 

                La realidad no es como nos gustaría que fuera, sino como realmente es. Y a veces, asistimos, atónitos y sorprendidos, que nosotros mismos que anhelamos el bien y la dicha elegimos el mal. No sabemos de donde brota esa elección ni por qué lo hacemos. Pero lo sorprendente es que percibiendo que nos estamos haciendo daño seguimos empeñados en ir por una senda que no lleva a ninguna parte. Cuando hacemos esto deliberadamente, la cosa más o menos se explica: uno cosecha lo que siembra. Pero lo incomprensible es que lo hagamos también aunque no queramos. Hay dentro de nosotros un algo que nos sojuzga y nos somete. Muchos llaman a esto “misterio del mal”, pero, en realidad, habría que llamarlo “misterio del simple vivir”, un vivir que no entendemos.

                Esto ha ocurrido también en la vida de Jesús: aquellos a los que había amado totalmente, eligieron el mal, eligieron a Barrabás, un bandido, antes que a él. El evangelio de Juan, a diferencia de los sinópticos, no pone en boca de Pilato una alternativa: a Barrabás o a Jesús. Solamente les ofrece la posibilidad de liberar a Jesús. Pero ellos, por su cuenta, eligen a Barrabás acentuando así su decisión insensata. Jesús abrazará ese mal, le dará un giro humanizador, acogerá la realidad tan dura como es, asumirá que los humanos funcionamos con un déficit de inhumanidad. Solamente una actitud de abrazo del mal, de aceptación humanizadora de la realidad puede abrir una puerta de salida a este impasse.

***

 

Texto:                                     

 

38bDicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo:

-Yo no encuentro en él ninguna culpa. 39Es costumbre entre vosotros que por Pascua ponga a uno en libertad. ¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?

                40Entonces empezaron  a gritar:

                -A ése no, a Barrabás.

(El tal Barrabás era un bandido).

 

***

 

Ventana al mundo:

 

 

                Este señor es el hermano Manuel Amunárriz, un capuchino médico que durante 31 años nada menos ha estado en un hospital perdido en la selva de la amazonía ecuatoriana a más de 12 horas de canoa de centro humano poblado. Durante todos esos años ha abrazado, como Jesús, el dolor de los más olvidados de la tierra. Ha hecho operaciones de todo tipo, increíbles a veces. Pero, sobre todo, ha tenido una relación humanizadora con cada uno de sus pacientes. Y nadie se ha enterado. El silencio es la envoltura de su bondad. Pero ese silencio no merma en nada la calidad humana del abrazo.

                Oramos: Te alabamos, Señor, por quienes siembran amor sin interés; te bendecimos por quienes curan abrazando el dolor del otro; te damos gracias por quienes mantienen la dignidad a la persona humilde.

 

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Llama la atención en el pasaje el silencio de Jesús, su presencia ausente. Es su manera de abrazar el mal. Lo hace con el silencio, con el estar ahí, con el no maldecir, con el no huir. Su silencio es la forma de su abrazo. Sin reproches, sin lamentos, sin condenas. Quizá con ello quería decir que, aunque se le postergara a Barrabás, su amor quedaba intacto.

                Oramos: Gracias, Señor, por no reprocharnos nada; gracias por no condenarnos nunca; gracias por no huir de nuestro mal.

 

***

 

Ahondamiento personal

 

                Dice el texto que Barrabás era un bandido. El significado es el de un bandido político, alguien que ha cometido algún delito contra el Estado. Un terrorista, diríamos hoy. La preferencia sobre Jesús desvela en grado máximo el componente inhumano de la persona: somos capaces de las mayores tropelías. No nos lo creemos porque, normalmente, nuestra vida se desarrolla por unos cauces morales presentables. Pero hay que mirar al fondo, no para horrorizarnos, sino para abrazar aquello que de más herido hay en nosotros. Quizá de ese abrazo pueda ir brotando la salud.

                Oramos: Que no temamos mirar al fondo de nuestra realidad y que aprendamos a abrazarla; que seamos crecientemente compasivos con los fondos de nuestros hermanos/as; que no nos horrorice nuestro lado oscuro sino que, compensado con el luminoso, lo acojamos.

 

***

 

 

 

Desde la comunidad virtual:

 

                Cuando vamos haciendo partícipes a los demás de nuestros problemas y son acogidos estamos abrazo el mal del otro. Este abrazo es muy beneficioso, no tanto en cuento a la desaparición del problema, sino en cuanto al amparo humano que necesita para ser encajado mejor. El éxito no es que desaparezca el problema (ojalá), sino que sea amparado. Ese es un buen regalo que nos podemos hacer en nuestra comunidad orante.

                Oramos: Que nos acojamos con facilidad; que nos abracemos sin vergüenza; que nos apoyemos con escucha.

 

***

 

Poetización:

 

No podía creer lo que ocurría;

sus oídos no daban crédito a lo que gritaban.

Él, que había dedicado lo mejor de su vida

a ese pueblo ahora vociferante

era pospuesto a un terrorista.

Abría los ojos espantado

más allá de su dolor:

¿su amor no había servido para nada?

Pero su silencio

no era el signo de la derrota,

sino el del abrazo.

aunque lo pospusieran,

aunque ignoraran el bien recibido,

aunque no se acordaran

de las lágrimas que secó

y de los corazones que restauró,

él seguía amándolos.

Su silencio no era ni una condena,

ni un reproche,

ni una maldición.

Era su forma de seguir abrazando

el dolor que llevaban dentro

aunque por sus bocas saliera

una condena implacable.

Era su manera de seguir amando…

 

***

 

Para la semana:

 

                Intenta envolver de un silencio respetuoso las “condenas” que puedas sufrir por personas que no te comprenden bien.

 

 

Juan 123

CVJ 

Domingo, 11 de noviembre de 2012

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

123. Jn 18,33-38a

 

Introducción:

 

La dura y persistente crisis en la que está inmersa nuestra sociedad, el tremendo y pavoroso escenario del paro, de los desahucios, la carencia de medios para la solidaridad social, etc., llevan a concluir a muchos ciudadanos que no hay salida. Todo parece conjurarse para llevarnos a un desaliento grande y, peor todavía, a una rara resignación que se traduce en una apatía, en un dar por supuesto que esto no tiene ningún arreglo. Sin embargo hay personas que, tenaz y utópicamente, siguen creyendo que esto no es totalmente así, que, en medio del naufragio, tiene que haber una salida. Y se esfuerzan por encontrarla. Incluso los hay que trabajan por encontrar una salida para los demás, no para ellos mismos. Son admirables. Porque cuando se hace algo para ayudar a que otro, uno más débil que yo, encuentre salida, en realidad, estamos haciendo un bien al conjunto, incluso a uno mismo. Este certeza de que cuando el débil gana yo también gano es, por raro que parezca, un dinamismo que puede ayudar a despejar el horizonte lleno de nubarrones de nuestra sociedad.

                Decimos esto porque en el texto de hoy Jesús dice que lo suyo es “dar testimonio a favor de la verdad”. ¿De qué verdad habla? Ciertamente no de la verdad teológica, o filosófica o, incluso, científica. Se refiere a la verdad honda de que la vida tiene un horizonte de dicha, que lo nuestro tiene salida, de que la historia está llamada a la alegría, de que la justicia brillará en todo su esplendor. El esfuerzo de Jesús es dar testimonio de esta verdad elemental: nuestra vida tiene sentido y está llamada a ser plena y gozosa. Por esa “verdad” ha empeñado su vida y no ha dudado en afrontar una muerte deshonrosa. Ha sido de quienes ayudando a dar sentido y salida a la vida de otros los ha encontrado para sí mismo: “Rebajándose…Dios lo exaltó”, dirá san Pablo. Abriendo horizonte (aunque le haya costado la vida) ha encontrado el gozo mayor y nos ha hecho ver que hay salida para lo nuestro.

 

***

Texto:

 

33Entró otra vez Pilato en el Pretorio, llamó a Jesús y le dijo:

                -¿Eres tú el rey de los judíos?

                34Jesús le contestó:

                -¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?

                35Pilato replicó:

                -¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?

36Jesús le contestó:

                -Mi realeza no es del mundo. Si mi realeza fuera del mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi realeza no es de aquí.

37Pilato le dijo:

                -Con que, ¿tú eres rey?

Jesús le contestó:

                -Tú lo dices: Soy rey. Yo para esto he nacido y he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.

38aPilato le dijo:

                -Y, ¿qué es verdad?

 

***

 

 

 

 

 

 

 

 

Ventana abierta:

 

 

Estas monjas son las clarisas de Ávila, una sencilla comunidad franciscana contemplativa. Ellas han creído que, además de rezar por los parados, tenían que hacer algo concreto. Han puesto una parte de sus ahorros a funcionar en forma de microcréditos para gente en apuros del barrio. La trabajadora social del mismo es la que gestiona el dinero. El resultado ha sido positivo: muchos casos se resuelven, el dinero se devuelve, la gente aporta dinero a ese fondo de socorro. Quizá pueda parecer que no es propio de una comunidad contemplativa andar en estas; pero han hecho lo mismo que Jesús: intentar abrir camino a quien se le cierran las puertas, dar testimonio de la verdad evangélica de que los humanos tenemos salida.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes se preocupan por los débiles y les abren horizontes; gracias por quienes se sienten solidarios con quien busca; gracias por quien valora el esfuerzo de abrirse camino con medios humildes.

 

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Dice Jesús que su reino “no pertenece al orden éste”. O sea, que para que sea efectiva la certeza de que hay salida para la vida hay que alejarse del “orden éste”, hay que abandonar, lo más posible, toda connivencia con el sistema opresor que cierra el horizonte a la vida de los débiles. Eso ha de traducirse hoy por un consumo responsable, por entrar en la espiritualidad del decrecimiento, por una austeridad efectiva, por un no poner el pie donde lo ponen los grandes opresores de lo humano (bancos, grandes centros comerciales, lugares de explotación, etc.).

                Oramos: Gracias, Señor, por no haberte dejado arrastrar por quienes dominan y explotan; gracias porque te has mantenido insobornable ante el sistema; gracias por tu pobreza que da veracidad a tus palabras.

 

***

 

Ahondamiento personal:

 

Jesús insta en este pasaje a “escuchar la voz de la verdad”, a hacer un hueco en la vida a esa verdad de que todos los humanos tenemos derecho a una salida, a la dicha, a la justicia. Quien hace algo por esto, escucha la verdad. Porque la gran verdad del creyente no son las verdades religiosas o similares, sino la verdad sencilla y básica inscrita por Dios en el corazón de la realidad de que toda criatura tiene derecho a vivir, a ser dichosa, a plenificarse.

                Oramos: Que creamos que el derecho a vivir y a dar vida es la gran vocación  que Dios nos ha dado; que pensemos que vivir en la verdad es lo mismo que vivir en la solidaridad con el débil; que nos alegremos de que el Padre haya sembrado el anhelo de dicha en el corazón de lo creado.

               

***

 

Desde la comunidad virtual:

 

                La comunidad virtual puede aportar su granito de arena para que el logro de un horizonte de dicha se haga presente en nuestra vida. Eso puede hacerlo, además de en pequeños gestos de amistad, con el trabajo orante. Efectivamente: orar con la Palabra no es únicamente un trabajo espiritual; es, además, la aportación de la espiritualidad cultivada al horizonte de la dicha. Porque una persona más espiritual es, un poco, una persona más dichosa, ya que su interior está trabajado y cuidado.

                Oramos: Que nos cuidemos volcándonos poco a poco sobre la Palabra; que nos ayudemos a construir horizonte potenciando nuestra espiritualidad; que nos ayudemos a ser personas de interior cultivado.

 

***

 

Poetización:

 

No era fácil entenderle.

hablaba de un reino que no era tal,

de una manera ser rey

que nada tenía que ver

con los modos al uso.

Por eso, cuando le preguntaron

cómo era su realeza

dijo que lo suyo era

dar testimonio de una verdad.

No se refería a la verdad de los sabios,

muchas veces hinchada de orgullo;

ni a la verdad de los políticos,

llena de contradicciones y mentiras;

ni a la verdad de los religiosas,

llenas con frecuencia de hipocresías.

Se refería a la verdad de su Padre

que era bien sencilla:

la vida humana tiene horizonte,

lo nuestro tiene salida,

estamos llamados a la dicha,

nos aguarda una plenitud.

Lo había aprendido del mismo Padre

porque si Él había hecho suya

nuestra historia,

si Él nos acompañaba

hasta poner su éxito

en nuestro éxito,

¿cómo esta vida nuestra

iba a estar sin salida;

cómo nuestros caminos

iban a llevar al extravío;

cómo no habíamos de sentir

el calor de un abrazo grande?

Por esta peculiar verdad

dio su vida

y no le importó

morir en un palo indigno.

Hasta ese punto

estaba seguro

del valor de su verdad.

 

***

 

Para esta semana:

 

Trata esta semana de contribuir, siquiera con una buena palabra, a que l horizonte de un débil se ilumine un poco.

 

***

 

Juan 122

CVJ 

Domingo, 4 de noviembre de 2012

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

122. Jn 18,28-32

 

Introducción:

 

                Hay bienhechores oficiales de la vida. Ellos mismo se postulan, organizan sus homenajes, sale nsiempre en las fotos, no tienen rubor en proponerse como ejemplo de bondad. A veces su bondad está hecha sobre el despojo a los pobres, pero parece que ellos no perciben la contradicción. Son los bienhechores oficiales. Pero hay bienhechores que van en otra dirección: no dan publicidad a lo que hacen, lo hacen porque les sale del corazón no por afanes de aplauso o de lucro, realizan cosas modestas pero útiles, se conmueven ante las situaciones de las personas, no demandan nada a cambio de su generosidad. Estos segundos son los bienhechores de verdad porque acrecientan el caudal de humanidad de la vida y hacen que la limitación humana, la misma muerte, den un paso atrás.

                A este segundo grupo pertenecía Jesús. Su humilde vida no fue sino un contribuir a humanizar la existencia de los demás, a poner un poco de luz entre las tinieblas de su época, a sembrar algo de sosiego y de contento en los corazones marcados por el mal y por el peso de la vida. Fue un bienhechor en toda regla. Y, sin embargo, cuando lo condenaron lo trataron de malhechor. No podían haberle hecho una acusación más ofensiva y más injusta porque él había sido bueno y, además, porque si no lo hubiera sido, no habría cumplido el designo del Padre que era un designio de bondad. Quizá no se percataban, pero al calificarlo de malhechor le hacía la mayor de las injurias. Él, que como luego dirían sus amigos, pasó por la vida haciendo el bien.

 

***

 

Texto:

 

28Llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio. Era el amanecer y ellos no entraron en el Pretorio para no incurrir en impureza y poder así comer la Pascua.

29Salió Pilato, afuera, adonde estaban ellos y dijo:

                -¿Qué acusación presentáis contra este hombre?

                30Contestaron diciéndole:

                -Si este no fuera un malhechor, no te lo entregaríamos.

                31Pilato les dijo:

                -Lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley.

                Los judíos le dijeron:

                -No estamos autorizados para dar muerte a nadie.

32Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir.         

 

***

 

Ventana abierta:

 

 

Esta niña es la paquistaní Malala Yousufzai. Fue tiroteada y está borde de la muerte por propugnar, a su corta edad, la escolarización de las niñas de su país. Los talibán la atacaron porque piensan que la cultura de la mujer es un peligro para el Islam, cuando, en realidad, es un peligro para su poder cavernícola y dictatorial. Esta niña es, tan joven, una bienhechora de la vida. Por eso quienes detestan la vida han intentado eliminarla.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes aman la vida; gracias por quienes se dan generosamente a riesgo de su vida; gracias por la siembra de humanidad de las personas sencillas.

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Leyendo este pasaje llama la atención el silencio denso de Jesús. Le están acusando de la peor de las acusaciones, de malhechor, y él calla totalmente. Su silencio no solamente habla de lo injusto de la acusación, sino que también significa la persistencia en la bondad, porque la bondad de calidad no tiene que defenderse. Jesús ha sido bueno y va a serlo hasta el final. El que lo acusen injustamente no le va a apartar del camino que el Padre le ha marcado y que él mismo está decidido a seguir.

                Oramos: Te veneramos, Señor, en tu hondo silencio; te valoramos en tu fiel bondad; te damos gracias por tu entrega sin límites.

 

***

 

Ahondamiento personal:

 

                Se palpa a las claras en este texto la contradicción de quien se dice bienhechor y no lo es: quieren “limpiar” de un supuesto malvado a su sociedad y para eso lo matan, echan sobre la misma sociedad la mancha imborrable de un crimen injusto. Es que la bondad del sistema tiene como efectos colaterales grandes dosis de inhumanidad. Por eso, hay que sospechar de la bondad oficial y, las más de las veces, huir de ella.

                Oramos: Que nos alejemos de la bondad oficial que deshumaniza; que creamos en la bondad libre y solidaria; que valoremos a quien trabaja humildemente en la bondad que no es del sistema         

 

***

 

Desde la comunidad virtual:

 

                Ser bondadosos en la comunidad virtual tiene muchas facetas: el recuerdo, la convivencia, la pequeña comunicación, el saber unos de otros y sus pequeños afanes. Pero hay una forma de bondad muy valiosa que es el simple orar con la Palabra: confluir en el aprecio y disfrute de la Palabra nos hace bien personalmente y lo hace también al colectivo. Lo hemos dicho muchas veces: la oración nos humaniza. Sigamos haciéndonos ese buen espiritual, humano, que nos enriquece.

                Oramos: Que oremos para hacernos bien; que nos volquemos a la Palabra para hacer comunidad; que experimentemos el Evangelio para hacer más felices nuestros días.

               

***

 

Poetización:

 

Nunca tuvo otra obsesión

que la de hacer el bien.

El corazón de los débiles

tocaba su propio corazón.

De ahí brotaba,

imparable,

la bondad y el amor.

No lo podía remediar:

estaba hecho para el bien.

Por eso,

cuando le acusaron de malhechor

su estupor llegó al máximo.

No entendía que aquellos a quienes amara

le acusaran ahora de desamor,

que aquellos a quienes había curado,

dijeran que les había herido,;

que los que había acompañado con delicadeza

afirmaran que los había abandonado.

No entendía.

Pero su corazón

no se revolvió contra ellos:

seguiría amándoles,

continuaría entregándose,

les abrazaría como siempre.

Lo había aprendido del Padre

que, él también,

no se desdice jamás de su bondad,

Por muchas que sean las heridas y olvidos

que le atribuyamos.

Pensaba que si se volvía atrás

no reflejaría el rostro de Dios

en el camino humano,

Por eso mismo,

pasó haciendo el bien

hasta el final.

Sin titubeos.

 

***

 

Para esta semana:

 

                No te canses de hacer el bien a pesar de las pequeñas incomprensiones de la vida.

 

***