Marcos 20
CVMc
Domingo, 3 de abril de 2016
VIDA Y EVANGELIO:
UN MISMO CAMINO
Plan de oración con el Evangelio de Marcos
20. Mc 3,20-21
Una reflexión inicial:
Cuando una persona actúa de manera que no se ajusta a los parámetros sociales establecidos, con frecuencia es tildada de “loca”. Se reconoce que no se trata de una locura de psiquiátrico (aunque algunas veces se llegue a ello). Pero el adjetivo “loco” sirve para cortar las alas a cualquier comportamiento no reglado.
Y, no pocas veces, son esas personas y sus “locuras” las que dan sentido al caminar humano. Las locuras del arte, de la cultura, de los proyectos humanitarios, de las intuiciones que abren camino. Cuando nacen son tildadas de locuras. Cuando muestran su eficacia, nadie agradece a los “locos” que las pusieron en pie.
Si no fuera por estas locuras, estaríamos, probablemente, en la época de las cavernas. Muchos de los cauces por los que avanza la vida han comenzado siendo tenidas por locuras.
De ahí que haya que estar agradecidos a quienes, locos ellos, nos van contagiando valores que van más allá de las normas dictadas por el sistema. Aunque haya que hacer discernimiento, no se puede menos de reconocer que gracias a muchos de esos locos y locas vivimos.
El texto:
20Fue a casa, y se reunió de nuevo tal multitud de gente que no podían ni comer. 21Al enterarse los suyos se pusieron en camino para echarle mano, pues decían que había perdido el juicio.
Se inscribe el pasaje en el afán del evangelista de mostrar que el reino es universal. Las reacciones a este horizonte amplio de la propuesta de Jesús serán muchas veces negativas. Entre ellas, la de su propia familia.
- La gente que se apiña en casa es la gente descontenta con el sistema. Entrevén en la propuesta de Jesús una salida a su dura situación de marginación. Son de los que piensan que Jesús no solamente es un loco, sino que es una salida a su demanda de justicia.
- Están “en casa”, en el lugar donde se les comprende, en el ámbito donde aún se puede hacer justicia a los empobrecidos.
- Los allegados de Jesús intentan impedir su oferta del reino a todos aduciendo que está loco. Es el argumento de quien no comprende en absoluto y de quien anhela machacar a la persona por la vía rápida. Los verdaderos locos son ellos, al querer impedir que el reino se difunda a todos. Pero la única manera de frenar este anhelo es la difamación: decir que está loco. No entienden que la “locura” de Jesús es la mayor sensatez.
Para pensar un momento:
- ¿Crees que la difamación contra los “locos” continúa?
- ¿Por qué a las utopías el sistema les llama “locuras”?
- ¿Cómo no llamar loco a quien sueña?
Un valor: Los amores extraños
En la vida hay, a veces, amores extraños, amores locos. Estos amores suelen tener mala prensa, no son bien acogidos, todos hacen “leña” de ellos. Pero, a la larga, se reconoce que en ellos había muchas cosas interesantes. Son amores que humanizan:
- El amor de quien se entrega sin pedir nada a cambio y se enmarca en un silencio que parece injusto.
- El amor de quien se da con una sonrisa y no se cuelga ninguna condecoración.
- El amor que la sociedad no entiende porque no entra en los parámetros normales, pero que rebosa ternura.
- El amor de quien sueña una ciudad más humana y se entrega a su humanización.
- El amor de quien no saca provecho ni ganancia de ninguna posición de superioridad.
- El amor de quien no se aprovecha de los cargos ni de la fragilidad de los débiles.
- El amor de quien sabe de lágrimas ocultas, de acompañamientos costosos, de noches sin dormir, de heridas compartidas.
Son amores extraños, raramente aceptados, pero, como decimos, hay en ellos un brillo indudable: el brillo de la ternura y de la humanización.
Una foto:
Un grupo de fotoperiodistas y activistas de Madrid y Pamplona han puesto en marcha Refugee Care, un proyecto de ayuda a las personas refugiadas procedentes de Siria que llegan a las costas de Grecia en la isla de Lesbos. El proyecto surgió después de que dos periodistas de Tele K fueron a cubrir la llegada e refugiados a Europa el pasado verano. Alicia y Juan Carlos constataron sobre el terreno las tremendas carencias que sufrían los refugiados y acordaron crear un proyecto que intentara ayudar y cubrir sus necesidades básicas. Gente “loca” para bien de los frágiles.
Un poema:
SOL de invierno, fugaz, sobre tu cuerpo.
Este sol que rescata.
Este sol que devuelve
aquel mundo de blancos
guijarros y días transparentes, frágil
luz de pureza,
cuando todos los miedos se espantaban
sólo con ocultar en un cuento tu nombre,
sólo con negarle, en tu vida
en el cuento, a la muerte tu nombre.
Sol
que aún te reconoce y te redime. Luz,
frágil pureza.
Juan Cobos Wilkins,
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