Blogia
FIAIZ

Apocalipsis 29

CVA 

Domingo 18 de mayo de 2014

 

BUSCAR LUZ

EN TIEMPOS OSCUROS

 Plan de oración con el Apocalipsis

 

29. Ap 21,3-4

 

Introducción:

 

                El anhelo de una tierra sin llanto viene desde los albores de la humanidad, porque desde entonces, la vida ha estado acompañada de muchas lágrimas. Pero ese sueño de una tierra sin llanto no va a ser algo que se nos dé gratis. Es preciso trabajar por ello. De ahí que si uno logra enjugar, impedir, una lágrima, una desazón, una pena, aunque no fuera más que una está contribuyendo al hermoso sueño de la tierra sin llanto. Y cuando esa bondad de borrar una lágrima lo es de los ojos de los empobrecidos, de los frágiles, de los solos, el valor es doble. Muchas personas no pasarán nunca a la historia; pero si han logrado enjugar una lágrima, su nombre ya sería digno de recuerdo. Tan necesitado está el camino humano de borrar los llantos que le acompañan.

                Sueña el libro del Apocalipsis con esa tierra sin llanto, porque el autor sabe mucho de sinsabores y de lágrimas. Cree que eso ocurrirá cuando Dios haga su morada con los humanos. Pero según Jn 14,23 eso ya ha ocurrido. De ahí que la posibilidad de una vida sin llanto esté al alcance de nuestra mano. Es preciso darse a la tarea porque Dios nos acompaña, pero la tarea para lograr ese hermoso sueño no se nos va a ahorrar. Y para dejar fuera de juego a “lo de antes”, a los estilo de vida opresores que engendran muchas lágrimas, también habrá que arremangarse. Porque la vida es don y tarea, no solamente don.

***

 

Texto:

 

                3Y oí una voz potente que decía desde el trono:

                - Ésta es la morada de Dios con los hombres;

                él habitará con ellos

                y ellos serán su pueblo (Ez 27,37);

                Dios en persona estará con ellos

                y será su Dios.

                4Él enjugará las lágrimas de sus ojos,

                ya no habrá más muerte ni luto

                ni llanto, ni dolor,

                pues lo de antes ha pasado.

 

***

 

La luz de la vida:

 

 

                Esta es una de tantas de las fotos de Gervasio Sánchez, fotógrafo de Zaragoza. Mujeres en un paso fronterizo de Kosovo. El llanto de la madre que “acarrea” a su niño es el llanto de todas las madres desvalidas, de toda persona herida del mundo. Su llanto nos concierne y nos interpela porque, al ser un llanto causado por otros humanos, es, de algún modo, reflejo del llanto que nosotros causamos a otras personas.

                Oramos: Que causemos el menor llanto posible; que enjuguemos el mayos número posible de lágrimas; que mantengamos viva la dignidad de las personas que lloran.

 

***

 

La  luz que es Jesús:

 

                Jesús ha sido uno que, en numerosas ocasiones, ha enjugado las lágrimas de quien lloraban y ha consolado a esas personas. Su “no llores” del Evangelio define a Jesús (Jn 20,15): uno que ha enjugado lágrimas ajenas. Eso le habría sido suficiente para ser recordado con amor. Siempre pensó que las lágrimas de los otros eran también de su incumbencia. Por eso, como pudo y con que pudo, quiso enjugar tales lágrimas.

                Oramos: Gracias, Señor, por haber tomado nuestras lágrimas; gracias por haber demandado justicia para quienes lloraban; gracias por curar nuestras heridas.

 

***

 

La luz que viene de la sociedad:

 

                Dice el texto que “lo de antes ha pasado”. Hay que hacerlo pasar porque por su propio pie no va a retroceder. Eso “de antes” es toda la opresión que desplegamos los humanos y que hace brotar tantas lágrimas en los ojos enrojecidos de los desamparados. Trabajar por una vida humana y justa es la mejor manera de que “pase” la opresión y la inhumanidad que, con frecuencia, rodea nuestra vida.

                Oramos: Que ayudemos a que pase la injusticia siendo más justos; que ayudemos a que pase la pena sembrando paz; que ayudemos a que pase la amargura siendo amables.

 

***

 

 

La luz que aporta la comunidad virtual:

 

                También nuestra comunidad virtual puede colaborar algo a que las lágrimas mengüen. Estando cerca, interesándonos los unos por los otros, echándonos una mano en asuntos que sean  posibles, todo eso colaborará a una vida más gozosa, y por lo tanto, más alejada de la pena. Hay que creer en este socorro que produce amor y que aleja la pena. Todo lo que se haga, por humilde que sea, puede contribuir a ese fin. El corazón lo agradecerá.

                Oramos: Que nos preocupemos del otro por amor; que nos interese la vida del otro por amor; que echemos una mano siempre por amor.

 

***

 

Palabras de luz:

 

Todo es nuevo quizá para nosotros.
El sol claro-luciente, el sol de puesta,

muere; el que sale es más brillante y alto
cada vez, es distinto, es otra nueva
forma de luz, de creación sentida.
Así cada mañana es la primera.
Para que la vivamos tú y yo solos,
nada es igual ni se repite. Aquella
curva, de almendros florecidos suave,
¿tenía flor ayer? El ave aquella,
¿no vuela acaso en más abiertos círculos?
Después de haber nevado el cielo encuentra
resplandores que antes eran nubes.
Todo es nuevo quizá. Si no lo fuera,
Si en medio de esta hora las imágenes
cobraran vida en otras, y con ellas
los recuerdos de un día ya pasado
volvieran ocultando el de hoy, volvieran
aclarándolo, sí, pero ocultando
su claridad naciente, ¿qué sorpresa
le daría a mi ser, qué devaneo,
qué nueva luz o qué labores nuevas?
Agua de río, agua de mar; estrella
fija o errante, estrella en el reposo
nocturno. Qué verdad, qué limpia escena
la del amor, que nunca ve en las cosas
la triste realidad de su apariencia.

Claudio Rodríguez

 

***

 

Para estos días:

 

                Intenta estos días hacer lo posible por enjugar alguna lágrima o amparar alguna situación no fácil.

 

***

 

0 comentarios