Apocalipsis 17
CVA
Domingo 9 de febrero de 2014
BUSCAR LUZ
EN TIEMPOS OSCUROS
Plan de oración con el Apocalipsis
17. Ap 2,18-29
Introducción:
A diario experimentamos la enorme dificultad social que es la tolerancia entre géneros que se salda, en la mayoría de los casos, con tragedias de muerte sobrevenidas sobre todo a las mujeres. Ser mujer es una dificultad añadida para no pocas de ellas a lo largo de la tierra. En algunas culturas las mujeres son seres de segunda categoría alejadas de todo empoderamiento y sometidas de por vida a las estructuras sociales. Eso tiene consecuencias decisivas en todos los órdenes de la vida. En nuestras mismas culturas ciertas dificultades, laborales, sexuales, perviven todavía con fuerza. De ahí que los trabajos por la tolerancia de géneros que se traduce en igualdad están perfectamente vigentes.
Es que el texto de esta semana habla de una comunidad que va bien, pero tiene, al decir del vidente, un gran fallo: tolera la profecía de Jezabel. Que una mujer se dedique a la profecía, al análisis y discernimiento de la realidad, a la interpretación de las señales que pueden iluminar el camino humano, le resulta al autor intolerable y lanza a la tal profetisa y a sus seguidores a las profundidades del infierno. Dice que a quien resista a esa mujer le dará “poder”. Porque eso es lo que está siempre en el fondo de todas estas cuestiones: el poder. La tolerancia demanda un reparto del poder. No puede haber igualdad con poderes desiguales. Por eso, habrá que corregir al vidente. Tal vez la voz del teológico esté en esa hermosa expresión: “le daré también el lucero de la mañana”, lucero de esperanza que luce para todos, anuncio de vida que lo es para cualquiera, para la creación entera. Mientras sea una parte la empoderada y otra la sometido, la fraternidad es imposible.
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Texto:
18Al ángel de la iglesia de Tiatira escribe así: Esto dice el Hijo de Dios, el de ojos llameantes y pies como bronce: 19Conozco tus obras, tu amor fraterno, tu fe, dedicación y aguante, y últimamente tu actividad es mayor que al principio; 20pero tengo en contra tuya que toleras a esa Jezabel, la mujer que dice poseer el don de profecía y que extravía a mis seguidores con su enseñanza, incitándolos a la fornicación y a participar en banquetes idolátricos. 21Le di tiempo para enmendarse pero no quiere enmendarse de su fornicación. 22Mira, la voy a postrar en cama y a sus amantes les voy a poner en grave aprieto si no se enmiendan de lo que hacían con ella. 23ª los hijos que tuvo les daré muerte; así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escruta corazones y mentes y que os voy a pagar a cada uno conforme a vuestras obras.
24Ahora me dirijo a vosotros, los demás de Tiatira que no profesáis esa doctrina ni habéis experimentado lo que ellos llaman las profundidades de Satanás. No os impongo ninguna otra carga, 25basta que mantengáis lo que tenéis hasta que yo llegue.
26Al que salga vencedor cumpliendo hasta el final mis tareas, le daré autoridad sobre las naciones –la misma que yo tengo de mi Padre- 27las regirá con cetro de hierro y las hará pedazos como a jarros de loza (Sal 2,8-9) 28Le daré también el lucero de la mañana.
29Quien tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias.
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La luz de la vida:
Este es un grupo de mujeres en el Sahel, una de las zonas donde más difícil es ser mujer y donde la igualdad de género es, prácticamente, imposible. Los hombres, empoderados desde siempre, creen que las mujeres son seres secundarios y prescindibles para el hecho social, aunque sean ellas las principales generadoras de actividad económica. Postergadas, pero ellas siguen en pie. Y un día llegará en que la igualdad se atisbe en el horizonte.
Oramos: Gracias por las mujeres pobres que luchan por vivir; gracias por quienes las apoyan; gracias por sus trabajos por sostener la vida.
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La luz que es Jesús:
Jesús ha sido, de algún modo, ese “lucero de la mañana”, esa humilde luz que ha hablado y vivido la fraternidad igualitaria. Pero también ha sido “bandera discutida” porque su manera de pensar y de vivir dejaba a la vista las intenciones de muchos que no eran sino la de hacerse con el poder para vivir a costa de quien somete. Por eso el enemigo del Evangelio raramente es el pobre y frecuentemente el poderoso. Tiene mucho que guardar para seguir por encima del otro. El Evangelio lo confunde.
Oramos: Jesús es lucero para la igualdad; Jesús es lucero para la bondad; Jesús es lucero contra todo poder injusto.
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La luz que viene de la sociedad:
Cuando el empoderado no tiene otro argumento dice que pagará a cada uno según sus obras. Pero en realidad no es así: paga a quien le alaba, sostiene y le apoya, pero no paga a quien le censura, le critica o le canta las verdades. El poder nunca es justo pagando. Por eso hay que propugnar la fraternidad social, la igualdad, la democracia ya porque ese es el camino para pagar a todos igual, para que también los débiles reciban su parte.
Oramos: Que anhelemos un pago social igual para todos; que no hagamos distinciones entre personas en las cosas básicas; que no perdamos nunca nuestra capacidad crítica.
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La luz que aporta la comunidad virtual:
Lógicamente y por suerte no tenemos en nuestro grupo problemas con la igualdad de género. Pero, como somos humanos, hay que erradicar hasta la más pequeña planta de quien quiere imponerse al otro mediante el gesto altisonante, el menosprecio o la ironía. No son los camino de quien ora con la Palabra. Además, estamos ciertos de que cuanto más igualitariamente nos comportemos, tanto mayor será el gozo vital que experimentaremos.
Oramos: Que nuestros gestos nunca sean impositivos; que nuestra vos sea siempre amable; que nuestros argumento procuren ser sensatos.
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Palabras de luz:
SI DIOS FUERA UNA MUJER
Juan Gelman
¿Y si dios fuera mujer?
pregunta juan sin inmutarse
vaya vaya si dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas
tal vez nos acercáramos a su divina
desnudez
para besar sus pies no de bronce
su pubis no de piedra
sus pechos no de mármol
sus labios no de yeso
si dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos sida o pánico
nos contagiaría su inmortalidad
si dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos
sino que nos aguardaría en el zaguán del
infierno
con sus brazos no cerrados
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles
ay dios mío dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería
qué venturosa espléndida imposible
prodigiosa blasfemia
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Para estos días:
Intenta no caer en actitudes discriminatorias de género en ningún detalle.
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