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FIAIZ

Aque Jesús que vive hoy

AQUEL JESÚS QUE SIGUE VIVO HOY

 

 

Decir algo coherente y vibrante sobre Jesús de Nazaret, algo que pueda atraer nuestra mirada de nuevo sobre él no es fácil. Pesan las rutinas y cansancios que se ha acumulado sobre él a lo largo de los siglos. Pero los intentos nunca son vanos. Intentémoslo, pues.

Vamos a enfocar la figura de Jesús desde cuatro perspectivas: Jesús “deformado”, Jesús reformado, Jesús valorado, Jesús preguntado. Creemos que eso puede darnos pie para un acercamiento.

 

  1. 1.    Jesús “deformado”

 

Ponemos “deformado” entre comillas porque es el reino de la fantasía aplicada a la persona de Jesús. La cosa abunda. Cada mes sale un libro que tiene por personaje central a Jesús leído desde una imaginación extraevangélica y pretensiones de verosimilitud. Más allá de todas las desmesuras, estos textos encierran un indudable aprecio por su persona y eso nos puede ser de utilidad si los leemos con un poco de discernimiento.

Tomamos como ejemplo el libro de C. FALLARÁS, El Evangelio según María Magdalena, Ediciones B, Barcelona 2021. Libro volcánico e hiriente. Podría haber estado más ajustado (zelotes, siete demonios). Desacredita y menosprecia los textos canónicos (patrañas). A pesar de ello:

  • El encuentro con Jesús entendido como cambio radical:cambio del corazón que se da a través de la palabra:

 

«Leví celebraba un cambio radical en su vida. Había decidido cortar todo trato con Roma, abandonar su labor recaudatoria y unirse a los seguidores del Nazareno, algo que en ese momento me resultaba absolutamente incomprensible…Cuando nos retiramos a descansar, ya sabía yo que aquel hombre iba a arraigar en mí, como así ha sido. Pero esa certeza fue solo la primera, el principio. La palabra fue el principio, un atisbo que era semilla, aún solo eso. Y decidí permanecer, no apartarme de su posible crecer. Después, mucho después, fui entendiendo que la palabra es la vida, la vida frente al cuerpo, sobre el cuerpo o el cuerpo mismo» (p.85,108).

 

  • Una visión liberadora de Jesús: liberador de las pobrezas y liberador personal (aquella falla, esta no):

 

«¿Estás ciego, Leví? ¿Por qué crees que los zelotes se han unido al Nazareno? ¿Por qué forman ya parte de los discípulos que le siguen? Para ellos es el enviado que liberará al pueblo judío. Esta vez del poder de Roma. Recuerda a Moisés, la liberación del yugo egipcio, de la tierra prometida, todo eso. Los zelotes harán cualquier cosa, cualquiera, por conseguir la libertad del pueblo de Israel, esa torpe idea suya de libertad, territorial, esa idea suya de pueblo judío» (p.137).

 

  • La recreación de textos emblemáticos: la multiplicación de los panes (reparten la Magdalena y Leví), la entrada mesiánica (que falla), la cena (sembrar alimento):

 

«Aquella noche los gestos de mi amado eran escuetos y hacia dentro. Le había visto compartir alimentos en todo tipo de lugares y con toda clase de personas de forma jocosa y siempre festiva, su forma de reír y contagiar la risa. Ahí, justo ahí se levantaba una de las columnas sobre las que se había construido todo, en el alimento. Sembrar el alimento, hacerlo crecer, compartir y repartirlo, celebrar el alimento. El alimento como representación de sí mismo, nuestra representación. Además, a eso y no a otra cosa se había dedicado siempre mi familia» (p.191).

 

  • Vivo en la palabra: resucitó en la palabra:

 

«El Nazareno está vivo, pero qué os importa eso a vosotros que huisteis como ratas cuando más os necesitaba. Está vivo, no importa cómo ni dónde. Está vivo porque su palabra permanece y permanecerá en el alma de aquellos que vieron su vida transformada al escucharle» (p.229).

 

Para el trabajo en grupo:

 

         Leer y valorar esta página de El Evangelio según Jesucristo, de J. Saramago pp.26-27 de la edición dee Punto de Lectura, Madrid 2010):

  • ¿cómo suena?
  • ¿qué verosimilitud se le puede dar?
  • ¿qué consecuencias puede tener para presentar la figura de Jesús?

 

«Como si se moviese en el interior de la columna de aire, José entró en la casa, cerró la puerta tras él, y durante un minuto se quedó apoyado en la pared, aguardando a que los ojos se habituasen a la penumbra. A su lado, el candil brillaba mortecino, casi sin luz,  inútil. María, acostada boca arriba, miraba fijamente un punto ante ella y parecía esperar. Sin pronunciar palabra, José se acercó y apartó lentamente la sábana que la cubría. Ella desvió los ojos, alzó un poco la parte inferior de la túnica, pero solo acabó de alzarla a la altura del vientre, cuando él ya se inclinaba y procedía del mismo modo con su propia túnica y María, a su vez, abría las piernas, o las había abierto durante el sueño, y de este modo las mantuvo, por inusitada indolencia matinal o por presentimientos de mujer casada que conoce sus deberes. Dios, que está en todas partes, estaba allí, pero, siendo lo que es, un puro espíritu, no podía ver cómo la piel de uno tocaba la piel del otro, cómo la carne de él penetró en la carne de ella, creadas una y otra para eso mismo y, probablemente, no se encontraría allí cuando la simiente sagrada de José se derramó en el interior sagrado de María, sagrados ambos por ser la fuente y la copa de la vida. En verdad hay cosas que Dios no entiende, aunque las haya creado. Habiendo pues salido al patio, Dios no pudo oír el sonido agónico, como un estertor, que salió de la boca del varón en el instante de la crisis, y menos aún el levísimo gemido que la mujer no fue capaz de reprimir. Solo un minuto, o quizá no tanto, reposó José sobre el cuerpo de María. Mientras ella se bajaba la túnica y se cubría con la sábana, tapándose después con el antebrazo, él, de pie en medio de la casa, con las manos levantadas, mirando al techo, pronunció aquella oración, terrible sobre todas, a los hombres reservada, Alabado seas tú, Señor, nuestro Dios, rey del universo por no haberme hecho mujer. Pero a estas alturas ya ni en el patio debía estar Dios, pues no se estremecieron las paredes de la casa, no se derrumbaron ni se abrió la tierra. Entonces, por primera vez, se oyó a María, humildemente decía, como de mujer se espera siempre la voz, Alabado seas tú, Señor, que me hiciste conforme a tu voluntad, ahora bien, entre estas palabras y las otras, conocidas y aclamadas, no hay diferencia alguna, reparad, He aquí la esclava del señor, hágase en mí según tu palabra, queda claro que quien esto dijo podía haber dicho aquello. Luego, la mujer del carpintero José se levantó de la estera, la enrolló junto a la de su marido y dobló la sábana común».

 

  1. 2.    Jesús reformado

 

Consideramos las obra de J. A. PAGOLA, Jesús. Aproximación histórica, ed. PPC, Madrid 2013 (con sus más de 100.000 ejemplares vendidos) como un formidable esfuerzo por reorientar la figura de Jesús. Tomamos, a modo de ejemplo, el cap.8: “Amigo de la mujer”.

  • Un capítulo insólito en un tipo de libro así. Rodeado de mujeres. De ningún profeta se dice algo parecido.
  • La condición de la mujer en la época es de negatividad e inexistencia social (causa del mal, propiedad del hombre, sin autonomía, esclava de la pureza sexual, al servicio del hombre, sin amparo legal).
  • Las mujeres que se acercan a Jesús son de las últimas, aquellas que la sociedad ha marcado como extraviadas y negativas.
  • En contra de la tendencia general, nunca previene a los varones de las artes seductoras de las mujeres, sino que les alerta contra su propia lujuria (“Todo el que mira a una mujer…”).
  • Tener hijos no es todo en la vida (“Dichoso el vientre…”) ni las tareas del hogar son las únicas (“María ha elegido la parte buena…”).
  • Denuncia el criterio de doble moralidad (La mujer adúltera).
  • Jesús tiene una mirada diferente: hace visibles a las mujeres (viuda inoportuna, mujer que pone la levadura, que encuentra la moneda, viudas, enfermas crónicas, pagana de Tiro).
  • Crea un espacio sin dominación masculina  y sin separación de derechos y obligaciones.
  • Rompe una lanza por la igualdad sexual (repudio).
  • Jesús tiene un litigio continuado con el padre (corro, qué nos va a tocar).
  • Seguidores y seguidoras (Rom 16; 1 Cor 9)
  • María Magdalena. “Su mejor amiga”.

 

Trabajo para el grupo:

 

         ¿Cómo vería Jesús la danza del pecado original del cirque du soleil?

 

  1. 3.    Jesús valorado

 

Como ejemplo de valoración tomamos unas notas de J. Sobrino:

 

  • «De Jesús impactaba la misericordia y la primariedad que le otorgaba: nada hay más acá ni más allá de ella, y desde ella define la verdad de Dios y del ser humano.
  • De Jesús impactaba su honradez con lo real y su voluntad de verdad, su juicio sobre la situación de las mayorías oprimidas y de las minorías opresoras, ser voz de los sin voz y voz contra los que tienen demasiada voz, e impactaba su reacción hacia esa realidad: ser defensor de los débiles y denuncia y desenmascaramiento de los opresores.
  • De Jesús impactaba su fidelidad para mantener honradez y justicia hasta el final en contra de crisis internas y de persecuciones externas.
  • De Jesús impactaba su libertad para bendecir y maldecir, acudir a la sinagoga en sábado y violarlo, libertad, en definitiva, para que nada fuese obstáculo para hacer el bien.
  • De Jesús impactaba que quería el fin de las desventuras de los pobres y la felicidad de sus seguidores, y de ahí sus bienaventuranzas.
  • De Jesús impactaba que acogía a pecadores y marginados, que se sentaba a la mesa y celebraba con ellos, y que se alegraba de que Dios se revelaba a ellos.
  • De Jesús impactaban sus signos -sólo modestos signos del reino- y su horizonte utópico que abarcaba a toda la sociedad, al mundo y a la historia.
  • Finalmente, de Jesús impactaba que confiaba en un Dios bueno y cercano, a quien llamaba Padre, y que, a la vez, estaba disponible ante un Padre que sigue siendo Dios, misterio inmanipulable» 

 

Trabajo para el grupo:

 

         Teniendo delante la lista de J. Sobrino, reelaborar otra con la premisa:

         Entre nuestros alumnos podría impactar de Jesús…

 

  1. 4.    Jesús preguntado

 

Vamos a tomar como referencia un librito peculiar, el del capuchino D. MONTERO, 110 preguntas de hoy a Jesús,  Ed. CCS, Madrid 2013.

Es un libro reconstruido sobre respuestas imaginadas de Jesús, aunque al estar siempre ceñido a los textos bíblicos, le da garantía de veracidad.

Quizá tenga un lenguaje demasiado teológico y un tanto frailuno. Pero la idea es interesante y las respuestas tienen contenido. Agrupa las cuestiones en 17 breves apartados. Vamos a tomar como ejemplo el 16, sobre la resurrección:

1)  La primera cuestión es qué significó: mi muerte esclarece mi vida y la resurrección esclarece la muerte.

2)  ¿Son los relatos históricos?: son unánimes en el dato, pero difieren en el relato.

3)  ¿En qué consistió?: no es una reanimación, sino la certeza de que la vida triunfará sobre la muerte.

4)  ¿Fue un hecho histórico?: sí, si equivale a real y verdadero.

5)  ¿Qué nos dice hoy? No hay que morir para resucitar, hay que vivir ya resucitados y resucitando.

6)  ¿Las teologías alejan?: puede que sí. El evangelio no puede oler a laboratorio, sino a amanecer.

 

Para el trabajo en grupo:

 

  • ¿Qué preguntan hoy los chicos/as sobre Jesús?
  • ¿Qué podemos responderles?

 

 

(El Pardo, 6 de mayo de 2022)

3 comentarios

Pilar -

Gracias siempre, Fidel.
Jesús, inagotable!

Teresa -

Pues no tengo ni idea de cómo vería Jesús la danza del pecado original del siempre magnífico Circo del Sol. Es tan extraordinariamente efectista, además de bella, que yo tengo que leer de qué va para enterarme.

Impresionantes las notas de J. Sobrino acerca de lo que impactaba de Jesús… Si otro tanto pudiera decirse de los cristianos qué distinta sería la Iglesia y la vivencia de nuestra fe; qué diferente nuestra espiritualidad y nuestro testimonio.

“No hay que morir para resucitar, hay que vivir ya resucitados y resucitando”. Sencillamente precioso. Pero no es este el mensaje de Pascua que ha calado en la gente, ni siquiera en gran parte de los consagrados. Y, sin embargo, es la única dirección a la que apuntar.

“El evangelio no puede oler a laboratorio, sino a amanecer”. Pues a ver cuándo nos enteramos, empezando por los más viejos*, como en el evangelio. Nota: léase jerarquía, que no tengo nada contra la edad.

Teresa -

El texto de Saramago. A lo mejor se ajusta mucho más a la realidad de lo que pensábamos… “En verdad hay cosas que Dios no entiende, aunque las haya creado. Habiendo pues salido al patio…”: una delicia. Como “Dios, que está en todas partes, estaba allí, pero, siendo lo que es, un puro espíritu, no podía ver…”, con su cóctel de osadía, ironía, irreverencia y desdén, y su punto de frivolidad. Lo llamativo es que Saramago reserve el adjetivo “sagrado” para lo profunda e íntimamente humano e, intencionadamente, mande a Dios al patio. A lo mejor también eso se ajusta más a la realidad de lo que pensamos. De todas formas, si hubiera pintado la escena entre María y José con un aire más poético, un estilo al Cantar de los cantares, es probable que Dios no hubiera salido al patio.

(Continuará…)