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FIAIZ

San Francisco de Asís en Siria

SAN FRANCISCO DE ASÍS EN SIRIA 

 

  • Siria era, en tiempos de san Francisco, el país de los sarracenos. Comprendía todo lo que hoy llamaríamos Medio Oriente, Egipto incluido, siendo Jerusalén el corazón de este territorio. En la Edad Media se había generado en la Iglesia una mentalidad de conquista de los santos lugares y una espiritualidad del martirio. Francisco quiso ir a Siria, pero sus tres intentos fracasaron. En el tercero es cuando arribó a Egipto, a Damieta.
  • La espiritualidad del martirio que siempre había tenido mucho predicamento en la Iglesia desde los inicios de la fe, se concretaba en morir por Cristo en tierras de sarracenos, como había ocurrido a cinco hermanos de Francisco en tierras de Marruecos, de los que dijo el santo que, por su muerte, eran verdaderos “hermanos menores”. Francisco también estuvo atraído por esa espiritualidad del martirio propia de la época.
  • Pero lo verdaderamente importante era la mentalidad de conquista que se concretó en las famosas cruzadas promovidas por el Papa. Aquí Francisco se blinda contra la propaganda papal y no entra en la dinámica militar y de conquista que ésta propone. Esto supone una gran novedad.
  • Para hacernos una idea del tema tengamos en cuenta lo siguiente: el Papa Inocencio III en 1213, poco antes del viaje de Francisco a Siria que no llegó a culminar por los malos vientos, publica la bula Quia maior. En este documento se convoca a todos los fieles a “cargar la cruz y a seguir a Jesús…en la lucha”. Porque, dice, “cuando un rey es expulsado de su reino por los enemigos, al regresar, ha de condenar a quienes lo ocuparon”. El Papa amenaza con la pérdida de la salvación a todos aquellos que no se comprometan  “a prestar ayuda al Señor desterrado de Jerusalén” y nieguen sus servicios “al Redentor que se halla en tan graves circunstancias”. La bula contiene diversas disposiciones para implicar a los fieles en la campaña militar: se deben hacer procesiones mensuales por la liberación de Tierra Santa, los predicadores han de empujar a que los fieles recen por esta intención y hagan limosnas para sufragar la campaña. En las misas, los laicos deben postrarse y lamentar con el salmo que los paganos hayan entrado en la heredad del Señor. Quien no colabore, que no se tenga por católico.
  • Francisco, sin embargo, parece desoír totalmente el llamamiento de las autoridades eclesiásticas a la cruzada. No vocea su desacuerdo, pero su actitud de presencia pacífica en el lugar del conflicto deja ver a las claras su desacuerdo y su opción por un camino dialogado, más allá de toda violencia. Es la técnica de san Francisco de “ceder sin ceder”: él acata la autoridad del Papa pero, con libertad, elige el camino de la paz, aunque no sea comprendido. Efectivamente, hay que preguntarse si las dificultades que tuvo san Francisco para que Roma le aprobase su regla no son una revancha contra su desafección por las cruzadas y su opción por el diálogo y no por la violencia.
  • Mirando la historia podría decirse que aquel intento pacificador no sirvió para nada. Pero no es así: hoy día los cristianos están presentes en Siria, ese país tan devastado por una interminable guerra. Las monjas cistercienses del monasterio de Nuestra Señor Fuente de Paz instalado en una aldea maronita siria nos dicen: “Nosotras vivimos junto con los musulmanes en un respeto que nace de vivir la vida frente a Dios, sentimos a Dios presente en la vida. Esto nos permite vivir juntos, un don que recibimos de Dios y que a Dios devolvemos”.
  • Quienes apreciamos a san Francisco hemos de valorar el camino del respeto, del diálogo y de la benignidad como valores innegociables. Hoy, el viaje a Siria de quien valora a Francisco de Asís hay que hacerlo en la propia ciudad, en la propia casa. Contra toda violencia, el amante de san Francisco se coloca con decisión en el lugar de la paz.

1 comentario

Teresa -

La técnica de "ceder sin ceder": tal vez la única posible en muchas circunstancias, cuando hay que "valorar el camino del respeto, del diálogo y de la benignidad como valores innegociables", pero qué difícil... ¿O será cuestión de "cintura" y de dar un buen golpe al amor propio?.

"El viaje a Siria... hay que hacerlo en la propia ciudad, en la propia casa" colocados "con decisión en el lugar de la paz". Es verdad, todo un viaje...