Juan 103
CVJ
Domingo, 26 de febrero de 2012
VIDA ACOMPAÑADA
Plan de oración con el Evangelio de Juan
103. Jn 14,30-31
Introducción:
Estamos percibiendo en estos últimos tiempos los duros e inhumanos mecanismos del sistema con tanta crudeza que la terrible sensación de no poder escapar de ellos nos atenaza y nos lleva a una oscura resignación. Tiene que ser así, decimos, no hay otro camino. Pero esto no es totalmente cierto: siempre hay posibilidad de generar una vida libre, aun dentro de una sofocante opresión. Los viejos filósofos estoicos hablaban de la “adespotía”, la vida sin déspotas, sin tiranos. La gente del 15-M clama por la posibilidad real de un tipo de vida social distinto. No muere el afán de oponerse a los mecanismos de inhumanidad para andar la senda, siempre nueva, de los valores humanos.
Es lo que dice Jesús cuando habla de que “el jefe del orden éste…no puede nada contra mí”. Lo inhumano de la vida que Jesús ha sufrido con abundancia (desde su pobre nacimiento hasta su dura muerte) no ha podido con sus utopías, con sus decisiones para hacer el bien, con sus anhelos hondos, con el sueño de la nueva sociedad. Cuanto más se ha cebado en él el jefe del orden éste, con más decisión ha brotado su absoluta decisión de ser bueno. De lo contrario no se explicaría que, aún hoy, su sueño del reino permanezca intacto entre nosotros.
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Texto:
30Ya no hay tiempo para hablar largo, porque está para llegar el jefe del orden este. No es que él pueda nada contra mí, 31sino que así comprenderá el mundo que amo al Padre y que cumplo exactamente lo que me mandó. ¡Levantaos, vámonos de aquí!
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Ventana abierta:
Esta mujer es Cristina Ponce, madre de una niña enferma de diabetes que ha removido cielo y tierra para que una investigadora de Valencia, Silvia Sanz (con ella), pueda seguir investigando la curación de tal enfermedad. Ha logrado reunir 7.000 euros. Meriendas, huchas solidarias y ventas de camisetas han servido al propósito. Lo inhumano de un sistema social que corta el dinero para el bien y lo pone en manos de la cruel especulación, al ser cuestionado, es un síntoma de que el “jefe desorden éste” no se saldrá con la suya.
Oramos: Gracias, Señor, por quienes creen en el amor y su eficacia; gracias por quienes luchan con generosidad y respeto; gracias por quienes aman asumiendo riesgos.
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Desde la persona de Jesús:
Jesús dice que “cumple exactamente lo que el Padre le mandó”. Y ¿qué es eso? Hacer ver la dignidad de toda persona y el horizonte de la dicha al que está destinada. Por eso, todo mecanismo que se oponga a ambas cosas se topará de frente con la persona y la obra liberadora de Jesús. El Evangelio viene a decir que, por mucha que sea la maldad de la historia, la lucha por la dignidad siempre estará vigente. Y que, además, el horizonte de la dicha nunca ha estado más cerca de nosotros que hoy. Y que cada día se hará más cercano.
Oramos: Te alabamos, Señor, por tu lucha nunca abandonada por el logro de la dignidad; te damos gracias por creer en el valor de la dicha a la que estamos destinados; te bendecimos pro acercarnos el día hermoso del reino.
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Ahondamiento personal:
Dice el evangelio que “ya no hay tiempo para hablar largo”. No hay que perder el tiempo en conversaciones vanas mientras la suerte de los débiles está aún por ser colmada. El anhelo de un tiempo en que el sistema no sea quien domine a las personas es preciso construirlo. Cualquier aportación que se haga a ese horizonte de dicha será bienvenida. Por eso hay que abandonar los lamentos y las críticas estériles. Es preciso animarse a remangarse los brazos y a colaborar en lo que se pueda:
Oramos: Que nos conmovamos y que nos movamos; que seamos soñadores de la dicha y constructores de la misma; que trabajemos con tesón por lo que amamos.
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Desde la comunidad virtual:
La mejor manera de escapar de una vida sistémica es situarse en el amor. Éste tiene una capacidad de creatividad que nadie puede constreñir. Por eso mismo, el sistema está despojado de amor; es duro y frío. De ahí que, a su manera, la comunidad virtual nos ayuda, además de a la oración y a la amistad, a una vida creativa que cae un poco menos en las garras del sistema, en los duros y trillados caminos del desamor. Desde ese lado habrá que decir que hacer parte de este grupo es también una suerte.
Oramos: Que agradezcamos a quien nos ayuda a escapar de la opresión del sistema; que valoremos la creatividad de quien ama; que sintamos la cercanía de quien nos quiere bien.
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Poetización:
Tenía dentro
la fortaleza de quien sueña;
anidaba en él
el vigor de quien ama;
tenía su corazón
la fuerza de quien mira al alma.
Por eso podía decir
que el jefe del orden este,
el espíritu inhumano,
no podía hacer presa en él.
Nadie lo diría
viendo su pobre vida
y, sobre todo,
viendo su dura muerte.
Pero, en verdad,
el sistema no lo devoró,
la inhumanidad no fue su patria.
Se libró de las garras del mal
porque nunca se apeó
de la certeza de la dignidad
de toda persona,
de toda criatura.
Se vio exento de la opresión de la tristeza
porque siempre creyó
en la posibilidad de una dicha
generosa y común.
¿Quién le inspiró
esta mística?
Él nunca lo dudó:
era el Padre quien le susurraba
a los oídos y al corazón
la certeza de la dicha para todos
y de la dignidad común.
Era como si escuchara al Padre decirle:
mientras creas en la dignidad
y repartas dicha y amor
el sistema opresor
no podrá contigo,
aunque parezca que te derrota.
Y así fue,
hasta en los momentos más duros.
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Para la semana:
Trata de mirar la dignidad evidente de toda persona, aunque sea débil. Colabora con buen humos a la dicha de quien vive cerca de ti.
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