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FIAIZ

Juan 79

CVJ

Domingo, 15 de mayo de 2011

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

 

79. Jn 11,38b-46

 

Introducción:

 

                Nadie pone en cuestión que, con frecuencia, sentimos la vida como un peso y que nos ponemos y ponemos a los demás muchas “losas” que terminan por hacer muy ásperos nuestros días. La vida sería más simple y más agradable si no cargáramos de pesos nuestros caminos. Todo esto está muy ligado al tema de la culpa, sombra que acompaña el caminar humano desde su origen y que, con frecuencia, las religiones no han hecho sino acrecentar. No resulta fácil elaborar una visión del mundo donde el tema de la culpa ocupe su lugar y no invada otros ámbitos. Para ello hay que pensar, a priori, que toda persona es básicamente buena y hay que hacer constantemente el ejercicio de no cargar de pesos, de losas, de culpa el corazón de los humanos.

                Si leemos bien el pasaje de esta semana veremos que Jesús da gracias al Padre antes de que Lázaro salga de la tumba. No da gracias por la resurrección de éste, sino por algo anterior: porque han quitado la losa, porque, fiándose de Jesús que dice que hay vida más allá de la dura muerte, han quitado la losa. Jesús quiere que el dinamismo de la resurrección se viva ya desde ahora, no solamente al final (como dicen todas las religiones). ¿Y cómo se puede vivir ya desde ahora en clave de resurrección? Quitando losas, suprimiendo pesos, no cargando inútilmente de pesados fardos el caminar de los humanos. Por eso, quien quita losas, quien aligera cargas, quien mitiga pesares, está haciendo obra de resucitado, como lo hizo Jesús. Por eso vale la pena dar gracias al Padre y dárnoslas a nosotros mismos.

 

 

***

 

Texto:

 

Era una cavidad cubierta con una losa.

39Dijo Jesús:

-Quitad la losa.

Marta, la hermana del muerto, le dijo:

-Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días.

40Jesús le replicó:

-¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?

41Entonces quitaron la losa.

Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo:

-Padre, te doy gracias porque me has escuchado; 42yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado.

43Y, dicho esto, gritó con voz potente:

-Lázaro, ven afuera.

44El muerto salió, las piernas y los brazos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo:

-Desatadlo y dejadlo andar.

45Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. 46Algunos de ellos, sin embargo, fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.

 

***

Ventana abierta:

 

 

                Este señor es Iosu Cabodevilla, un psicólogo que ha trabajado 19 años al frente de la atención psicológica en el hospital de san Juan de Dios de Pamplona. Ahora le han despedido “porque no da el perfil”. Pero él ha ayudado a muchas personas a morir con más dignidad. Ha contribuido decisivamente en la vida de muchas familias a hacer más ligero el duro peso de la losa de la muerte. La incomprensión hacia su persona no rebaja el valor de su obra. Ha quitado muchas losas. Como Jesús.

                Oramos: Gracias, Señor, por quienes quitan losas, más allá de incomprensiones; gracias por quienes miran con amor a quienes llevan fuertes pesos en la vida; gracias por quienes alivian algo el caminar de los humanos.

 

***

 

Desde la persona de Jesús:

 

                Jesús da gracias al Padre porque han echado mano a la losa. Es importante dar gracias por el perdón, pero lo es mucho más por el ánimo para contribuir a la dicha de la persona. La resurrección de Jesús quiere ser un dinamismo para engendrar dicha. Por eso, cuantos más pesos se quiten, más posibilidad de que brote el gozo. En el fondo, Jn 11 es un alegato a favor del gozo de vivir, no tanto un capítulo sobre la resurrección.

                Oramos: Que el gozo de vivir nos sea próximo; que eliminemos pesos que impidan la alegría; que cantemos siempre aunque sean tiempos oscuros.

 

               

***

 

Ahondamiento personal:

 

                El signo de la losa quitada es “por la gente que está alrededor”, por cualquier persona. No serviría de nada alabar el poder de Jesús que saca a un difunto de su tumba. Lo importante es que percibamos que quienes “estamos alrededor” hemos de trabajar por eliminar pesos de nuestra vida y de los demás. Este trabajo de hacer más ligera, más gozosa, la vida es el verdadero milagro, lo que el Evangelio espera de nosotros/as.

                Oramos: Que nos animemos a hacer obra de alegría y gozo en nuestro entorno; que nos animemos a echar una mano solidaria a quien anda mal; que nos animemos a abrazar a quien no puede verse libre de sus propios pesos.

 

***

 

Desde la comunidad virtual:

 

                No cabe duda de que la comunidad virtual aligera nuestros “pesos”, porque la amistad, la cercanía, las buenas palabras, la sonrisa, la comunicación, el compartir orante, el disfrute común, etc., son elementos altamente curativos. Son cosas simples, pero decisivas a la hora de hacer más gozoso nuestro caminar humano. No cuestan mucho. Habríamos de ser generosos.

                Oramos: Que nos ayudemos a caminar con gozo; que seamos generosos en nuestro darnos al otro; que nos acompañemos con benignidad en nuestro camino humano.

 

***

 

Poetización:

 

Su corazón saltó de gozo

cuando echaron mano de la losa.

Algo habían entendido

de lo que pretendía decirles.

Ellos le planteaban

el problema del más allá,

y él les quería hablar

de un más acá más gozoso,

más llevadero,

más humano,
Por eso,

cuando echaron mano de la losa

percibió que algo

habían entendido.

Intuían que el problema

estaba en las losas.

Y que, por lo mismo,

había que echar mano de ellas,

quitarlas,

aligerarlas,

relativizarlas,

suprimirlas si se pudiera.

Y cuando echaron mano de la losa

el rostro de Jesús se iluminó.

No es de extrañar

que brotara,

hermosa y vibrante,

una plegaria al Padre.

 

***

 

Para la semana:

 

                Intenta esta semana quitar alguna “losa”. O, por lo menos, no la pongas.

 

 

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