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FIAIZ

Juan 46

CVJ

Domingo, 17 de mayo de 2010

 

VIDA ACOMPAÑADA

 Plan de oración con el Evangelio de Juan

 

 

46. Jn 7,40-44

 

Introducción:

 

                Lo hemos dicho otras veces: los mesianismos nos seducen. Creemos que, cuando las cosas nos van mal, puede venir un "mesías" que nos saque las castañas del fuego. ¿Va mal la Iglesia? Si eligen  papa a fulano, la cosa se salvará. ¿Va mal el país? Si sale de presidente zutano, el país se salvará. ¿Va mal la ciudad? Si sale alcalde mengano, se salvará. Luego ocurre que de salvación nada de nada. En el fondo hay que preguntarse si nuestra sed de mesianismos se debe a nuestra dificultad para hincar el diente a lo duro de la vida. Si tuviéramos suficiente coraje para plantarle a cara a lo duro de la realidad, si encontráramos la energía para afrontar las dificultades con humanidad, si creyéramos que hay muchas posibilidades de crecer y de amarnos si nos diéramos a la tarea, no soñaríamos tanto con mesías que vendría a darnos las soluciones que nosotros/as no construimos.

                En tiempo de Jesús también se soñaba en mesianismos políticos y religiosos. Pero, lógicamente, siempre se soñaba con mesías poderosos. He aquí que Jesús se presenta como mesías débil, como prócer de nada, como animador de búsquedas. El gran problema ante el que se estrellan los paisanos de Jesús es que éste les propone un mesianismo que demanda colaboración y que, por lo tanto, se construye desde la pobreza. Un mesianismo pobre es para ellos una contradicción en los términos. No lograron ver algo interesante: que los pobres pueden darnos más amparo, más sentido y más ánimo que muchos poderosos que se presentan como mesías y que, al final, te esquilma, te roban. ¿Cómo creer en la fuerza que viene de las pobrezas, en el amparo que proporcionan los brazos débiles, en el amor que brota de la limitación? Por ahí va la manera de ser mesías de Jesús.

 

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Texto:

 

                        40De la gente que habían oído estos discursos de Jesús, unos decían:

                -Este es de verdad el profeta.

                        41Pero otros decían:

                ¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? 42¿No dice la Escritura que vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de David?

                        43Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. 44Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.

 

 

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Ventana abierta:

 

 

            Esta es la portada del libro de E. AJART, La vida ante sí. Un librito delicioso y muy bien escrito (ganó el premio Goncourt). Es la historia de unos pobres que se dan amparo, que se aman, que llegan a ver lo que nosotros no sabemos ver: que el amor puede transformar la vida y que puede enseñar a amar por que, dice, "solo las cosas que se aman son verdad", o algo así. Algunos de la comunidad virtual hemos tenido la suerte de verlo incluso representada en el Teatro Principal de Zaragoza, con Concha Velasco y Rubén de Eguía (en el papel principal de Momo, una maravilla). Todos salimos emocionados porque es verdad: los que llamamos "pobres" son, con frecuencia, los mejores lectores de la realidad y quienes "salvan" lo bueno de lo humano.

                Oramos: Gracias, Señor, por el amparo que se dan y nos dan los débiles; gracias por quienes saben leer lo profundo de la realidad desde el amor; gracias por quienes aman a fondo perdido.

 

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Desde la persona de Jesús:

 

                Para desprestigiar sus pretensiones mesiánicas los contemporáneos de Jesús sacan como excusa que no ha nacido en Belén y que de la sospechosa Galilea no puede salir ninguna clase de Mesías. Desprestigiar el mesianismo del débil por su debilidad, por su postergación social, por su pequeña productividad económica, por su poca consideración social es manera normal entre quienes se basan en el poder. No han entendido a Jesús y tampoco saben mucho de la verdad honda de la persona. Porque la fuerza de un mesianismo, de un valor, no viene de su brillo social sino del dinamismo de su amor. De ahí que el mesianismo de Jesús valía mucho porque amó mucho.

                Oramos: Te alabamos, Señor, porque tu fuerza era tu amor; te bendecimos porque la entrega a los demás respaldaba tus palabras; te damos gracias porque no cediste ante el brillo del poder.

 

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Ahondamiento personal:

 

                Nos tira lo brillante: buscamos profetas, mesías, salvadores, en mil chorradas que, lo sabemos, no nos llevan a nada. ¿Y si nos decidiéramos a encarar la vida con buen ánimo? Casi todas las situaciones humanas pueden tener una cierta solución (ya lo decimos, lo único que no tiene arreglo es la muerte, y, en cierta medida, también lo tiene). El Evangelio, así nos lo parece, no es una fórmula de salvación mágica, sino un ánimo para tomar nuestras manos las riendas de la vida, para hacernos señores/as de nuestro destino. Suena un poco rimbombante, pero ahí hay algo. En la película Invictus se dice que la persona es "capitán de su alma". Pues eso quiere Jesús de nosotros: que seamos capitanes de nuestra alma, más allá de nuestra debilidad.

                Oramos: Que seamos capitanes/as de nuestra alma; que nos animemos a tomar cada vez más nuestra vida en las manos; que creamos siempre en el amparo que nos da Jesús.

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Desde la comunidad virtual:

 

                No vamos a exagerar, pero en cierta medida podemos decir que en nuestra comunidad virtual estamos siendo un poco, unos/as para otros/as, mesías desde nuestra pobreza. Mesías porque nos vamos dando luz, ánimo, acompañamiento y algo de eso es ser mesías. Y porque lo hacemos, como Jesús, desde nuestro ser "galileo", desde nuestra debilidad evidente. Por eso habría de encontrar eco en nuestra vida la entrañable realidad de un Jesús de Galilea que, desde su evidente pobreza, nos ha amado con intensidad y nos empuja al señorío sobre nuestra vida. Ayudémonos en esta hermosa tarea de honda liberación y gozo.

                Oramos: Que valoremos la ayuda que nos damos desde nuestra "pobreza"; que nos acompañemos desde nuestra "soledad"; que nos animemos desde nuestros "desalientos".

 

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Para orar:

 

NO TE DETENGAS

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.

(Atribuida a W.Whitman)

 

 

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